Política

Túnez

El regreso del hombre fuerte

La Razón
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- ¿Cuáles son los grandes retos del nuevo presidente Essebsi?

–Túnez se enfrenta a una serie de desafíos que no podrán resolverse a corto plazo. Éstos incluyen apuntalar una economía estancada y garantizar la seguridad del país y de sus ciudadanos. Mientras lucha con estos temas tan importantes, líderes políticos –tanto dentro como fuera del Gobierno– también tienen que trabajar y pactar importantes detalles de la nueva Constitución. Uno de los puntos más importantes es que los líderes de Túnez demuestren que están trabajando para atender las necesidades de sus ciudadanos. Deben convencer a gran parte de los tunecinos de cómo la democracia puede ofrecer algo más a sus ciudadanos que un proceso electoral. Deben demostrar que la democracia es necesaria para proporcionar un cambio positivo y profundo al pueblo.

- ¿Puede agravarse la fractura entre laicos e islamistas en esta nueva etapa?

–El proceso electoral y sus resultados han demostrado que Túnez sigue siendo un lugar diverso, con una variedad de tendencias políticas, religiosas y culturales. El sistema político está marcado por la necesidad de la cooperación y de la coalición. Si bien ha habido tensiones obvias y diferentes puntos de vista, las prioridades del país deben ser claras, y no permitir que este tipo de choques deriven en violencia. Los líderes políticos deben centrarse en abordar las necesidades y no aprovecharse de las diferencias; deben recordar que ellos tienen la responsabilidad de toda la ciudadanía y no sólo los que votaron por ellos. Al final, el pueblo tunecino respaldó con valentía un sistema democrático en este proceso electoral. El camino iniciado por Túnez es más que ideologías o candidatos específicos.

- Siendo Túnez el país donde se inició la revolución de la Primavera Árabe, ¿considera que puede ser un ejemplo para el resto de paises de su entorno?

–Si bien todos los países contienen sus pecularidades, Túnez sí ofrece ejemplos de muchos elementos para muchos otros países, incluyendo sus vecinos regionales. El proceso de transición ha cosechado avances tremendos, pero ha generado también angustia por lo que vendrá. El trabajo no ha hecho más que empezar. Esperemos que el nuevo Gobierno trabaje para abordar las preocupaciones de la gente. Aun con esto la experiencia de los últimos cuatro años ha estado marcada por un debate que busca integrar y llevar la política al ámbito nacional, la búsqueda de consenso y de negociación. Considero que lo más importante es que ha habido una participación activa de una amplia variedad de grupos ciudadanos, movimientos políticos y agencias gubernamentales.

- ¿Cómo puede afectar a Túnez tener de vecino a un país con problemas de islamismo como lo es Libia?

–Túnez se encuentra en lo que es uno de los puntos más calientes de la región. Además de ofrecer esperanza y ayuda a los vecinos, debe permanecer vigilante respecto a las amenazas de seguridad a las que se enfrenta como nación. Hay que prevenir que sus ciudadanos se radicalicen y debe tejer alianzas con los países regionales para combatir el terrorismo. En su papel como un buen vecino y socio global, Túnez también necesita centrarse en sus ciudadanos y reparar las fuertes divisiones que podrían ser explotadas por los intereses externos. La comunidad internacional tiene un papel que desempeñar para seguir prestando apoyo y asistencia a Túnez, ya que trabaja para estabilizar y cumplir las aspiraciones de la ciudadanía.

- ¿Cuáles son ahora las principales amenazas para el país?

–Se ve que las cosas avanzan hacia el camino correcto. Espero que ni la sociedad tunecina ni los actores políticos se polaricen. Está claro que ningún grupo domina el ambiente político. Lo hemos visto en las presidenciales y en las legislativas, que han demostrado que el electorado está muy dividido y es difícil para un solo grupo tratar de tomar decisiones por sí mismo, sin consideraciones. También la seguridad, pero no sólo concierne a Túnez, pues este problema se engloba en uno más amplio que padece toda la región.

*Subdirector del Instituto Nacional Democrático para el norte de África. Preguntas de Esther S. Sieteiglesias