Elecciones en Alemania
El rescate a Grecia, la prueba de fuego
-La victoria casi aplastante de la canciller alemana, Angela Merkel, ha dejado a sus socios europeos a la expectativa. Durante su campaña, ella misma ha mantenido la defensa a ultranza de la austeridad y la mano dura con los países que han gastado en exceso, pero todos esperan en Bruselas que no estropee su posibilidades de pasar a la historia como quien detuvo la crisis en manos de la ortodoxia. El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Mercado Interior, Michel Barnier, conservador como ella, fue el encargado de salir ayer ante los periodistas en Bruselas a dar la enhorabuena a la «dama de hierro» germana. «Es una mujer que tiene sentido común, energía, pragmatismo y, clara y definitivamente, convicciones europeas», manifestó Barnier, quien suena en todas las quinielas como candidato del Partido Popular Europeo para encabezar la lista a las elecciones europeas, y por tanto, a presidir el Ejecutivo comunitario en la próxima legislatura. «Esta energía (de Merkel), este compromiso y esta convicción son cualidades que le harán falta a Europa», planteó el francés sin disimular la loa a la que deberá decidir su futuro. Si sus nuevos poderes la darán un punto de pragmatismo, podrá verse pronto, pues la agenda europea está cargada de decisiones por tomar en materia económica. La canciller tendrá que retratarse ya pronto, cuando viaje a Bruselas a la cumbre de jefes de Estado del 24 y 25 de octubre. Las intenciones de Berlín también pesarán mucho en los próximos exámenes por país de los presupuestos nacionales y las revisiones de los procedimientos por déficit excesivo de países como España. Asimismo, Merkel tendrá que pronunciarse sobre cuestiones que se han visto aplazadas por las elecciones alemanas, tales como el mecanismo de resolución bancaria al que Berlín se opone para no ceder el control de la liquidación de sus bancos en quiebra. El tercer rescate de Grecia, y los nuevos pasos en los programas de asistencia financiera de Portugal, Irlanda y España serán además pruebas de fuego para la canciller, pues su electorado sigue viendo con malos ojos la entrega de dinero a los países del sur, pero la economía de Alemania depende precisamente de la recuperación del resto de la zona euro. En el Consejo Europeo, seguirán a partir de ahora como siempre: bailando al son de Berlín. Su presidente, Herman van Rompuy, subrayó que está «seguro de que Alemania y su nuevo Gobierno mantendrán su compromiso con la construcción de una Europa próspera y pacífica al servicio de todos los ciudadanos». El primer ministro francés, François Hollande, felicitó por teléfono a su homóloga. Ambos quedaron en «mantener su cooperación estrecha» para reforzar la construcción europea y seguir trabajando para el acercamiento de Francia y Alemania.
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