Crisis política en Italia
El rompecabezas italiano
Una semana después de las elecciones, el país sigue sin primer ministro.. Las alianzas de gobierno, en manos de Grillo y Berlusconi, se antojan imposibles
La sede vacante, como se conoce al periodo que va de la muerte o la renuncia de un Papa al inicio del pontificado de su sucesor, no sólo se da estos días a la orilla del Tíber, donde se encuentra el Vaticano. Al otro lado del río también se vive un período de interregno. Una semana después de las elecciones, Italia sigue sin primer ministro ni con esperanzas de tenerlo en breve tiempo. Los romanos, de hecho, ya bromean diciendo que conocerán antes el nombre del sucesor de Benedicto XVI que el del próximo jefe de Gobierno.
Los comicios dejaron la Cámara de los Diputadas en manos de la coalición izquierdista liderada por Pier Luigi Bersani y el Senado, sin dueño, pues aunque en votos y senadores también venció la izquierda, no logró la mayoría suficiente. No la alcanza ni aliándose con la lista centrista liderada por Mario Monti, quien aspiraba a convertirse en la bisagra que garantizase la gobernabilidad en el país, pero ha acabado dándose un batacazo en las urnas.
En las antípodas se encuentra el histriónico cómico Beppe Grillo, quien con sus listas ciudadanas, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), ha sido el ganador de los comicios. El M5E fue la lista en solitario más votada en la Cámara de los Diputados, donde tendrá 108 escaños. En el Senado quedó segunda tras el Partido Democrático (PD) de Bersani, lo que se traducirá en 54 senadores. Esta amplia representación parlamentaria confiere a Grillo la llave de la estabilidad de Italia. El problema para Bersani es que el cómico genovés no está dispuesto a cedérsela. Ayer repitió una vez más que no apoyará la investidura de un Gobierno del PD ni tampoco del partido de Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), tercer protagonista del panorama político italiano tras minimizar en los comicios la derrota que le auguraban las encuestas hace unas semanas.
Los parlamentarios «grillini», como se conoce a los seguidores del cómico, sólo apoyarán las leyes que vayan en consonancia con el programa del M5E. Nada, por tanto, de ofrecer su confianza a un Gobierno del PD. Para intentar camelárselos, Bersani dijo estos días que estaba dispuesto a cederles la presidencia de la Cámara de los Diputados, uno de los cargos institucionales más importantes del Estado. A Berlusconi le ofreció el mismo caramelo, la presidencia del Senado. A Grillo la propuesta le supo a poco y comentó en una entrevista al semanario alemán «Focus» cuál es el precio del apoyo del M5E: «Si Bersani y Berlusconi propusieran la inmediata modificación de la ley electoral, la cancelación de los reembolsos electorales y la duración máxima de dos legislaturas para cada parlamentario, sostendríamos obviamente un Gobierno así». El problema, según Grillo es que, el PD y el PDL no tomarán «nunca» estas medidas. Si las llevaran a la práctica harían suyos algunos de los mandamientos del M5E, que habría obtenido así un doble objetivo: colocar a los suyos en el Parlamento y conseguir que los partidos tradicionales empiecen a soltar algunos de los privilegios que han hecho que buena parte de sus miembros se haya ganado con justicia el apelativo de «casta».
Bersani respondió a Grillo en una entrevista en la televisión La7 diciéndole que quiere hacer una ley sobre los partidos y que está además abierto a «discutir sobre la financiación» de las formaciones políticas. El líder del PD invitó al cómico a hablar «de democracia» y criticó la forma en que ejerce el liderazgo en el M5E. «Les doy seis meses sólo a los viejos partidos. Y después se acabó», auguró Grillo en la revista «Focus». «Mi principal misión es acabar con el viejo sistema, no por gusto, sino porque está podrido».
Al presidente de la República, Giorgio Napolitano, la crisis política que dejan las elecciones le pilla casi de salida, pues en primavera concluye su mandato. Después de censurar esta semana las injerencias y las burlas de Alemania sobre Berlusconi y Grillo, a quien Peer Steinbrück, el líder socialdemócrata germano, tachó de «payasos», el jefe del Estado pedía ayer contención y moderación a los partidos para no dañar más la imagen internacional del país. Recordó además que las consultas formales para saber quién está en disposición de formar gobierno aún no comenzaron y que es a él a quien le corresponde hacer una «evaluación independiente» de esta situación.
La ronda de entrevistas de los diversos líderes de los partidos con Napolitano podría aún demorarse. En las próximas dos semanas seguirán los tanteos entre Bersani, Grillo y Berlusconi en aras de lograr una alianza y no será hasta la segunda mitad del mes cuando comiencen las entrevistas con el presidente de la República. Mientras tanto, sigue en el poder el Gobierno técnico liderado por Mario Monti.
Napolitano pide «mesura y realismo»
El presidente, Giorgio Napolitano, pidió ayer a la clase política italiana «mesura, realismo y sentido de responsabilidad» por el interés general y la imagen internacional, ante la ingobernabilidad que se perfila tras las recientes elecciones. A su vuelta a Italia de un viaje de tres días por Alemania, el jefe del Estado emitió un comunicado para intentar frenar el continuo flujo público de «hipótesis disparatadas» para salir del actual bloqueo, debido a que la coalición de centroizquierda, ganadora de las elecciones, no tiene la mayoría suficiente en el Senado para formar Gobierno. «Insistiendo en la atención y respeto por todo análisis libre y, sobre todo, reservándome cualquier valoración autónoma en la fase de las previstas consultas formales con las fuerzas políticas representadas en el Parlamento, me permito la posibilidad de pedir a todos los sujetos políticos mesura, realismo y sentido de responsabilidad en estos días de reflexiones», afirmó Napolitano. «Tenemos el deber de salvaguardar el interés general y la imagen internacional del país, evitando prematuras determinaciones categóricas de tipo partidista», añadió.
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