Terrorismo yihadista

El secuestrador de Sidney tenía licencia de armas

El primer ministro australiano, Tony Abbott, reveló hoy que el autor del secuestro de 17 personas el lunes en un café de Sídney poseía licencia para portar armas, y anunció una investigación urgente para aclarar el incidente, en el que murieron tres personas."¿Qué hacía con una licencia para portar armas? (...) ¿Cómo se le obsequió el permiso de residencia permanente? (...) ¿Por qué se permitió que se beneficiara de los servicios sociales?", fueron algunas de las preguntas que Abbott ha pedido aclarar a las agencias gubernamentales en referencia al secuestrador, el clérigo iraní Man Haron Monis.

Katrina Dawson, una abogada australiana de 38 años y madre de tres niños, y su compatriota Tori Johnson, de 34 años y gerente del café asaltado, murieron durante el incidente, así como el secuestrador, presuntamente abatido por agentes de policía.

El secuestrador tenía asilo en Australia desde 2001 y se le había concedido la libertad condicional durante un proceso en el que se le acusaba de ser cómplice en la muerte de su exesposa, además de ser conocido por enviar cartas ofensivas a los familiares de soldados australianos muertos en Afganistán y haber sido acusado de delitos sexuales.

Abbott también anunció que el Gobierno federal y el del estado de Nueva Gales del Sur realizarán un informe con recomendaciones, con carácter de urgencia, de los hechos que rodean la toma de este popular café situado en el corazón financiero de Sídney.

Este informe, que deberá estar preparado para finales de enero, deberá explicar por qué Monis obtuvo una licencia de armas y por qué no fue incluido en 2009 en una lista de seguridad si ya era "una persona de interés"para la agencia de Inteligencia (ASIO) "desde hacía un buen tiempo".

El informe deberá ser "ser meticuloso, rápido y necesitamos poner las lecciones en práctica tan pronto sea posible", dijo Abbott.

El primer ministro subrayó que se necesitan despejar incógnitas sobre cómo una persona "con una historia de obsesión con el extremismo, delitos violentos e inestabilidad mental pudo haber tenido una licencia para portar armas".

Las autoridades australianas revisan las medidas de seguridad tras la toma de 17 rehenes que culminó cuando la policía entró en la madrugada del martes al café supuestamente al escuchar unos disparos y mató al secuestrador, aunque a penas se han ofrecido detalles de lo ocurrido en el interior.