Política

Cerco a la corrupción

El talón de Aquiles de Rousseff

El talón de Aquiles de Rousseff
El talón de Aquiles de Roussefflarazon

La presidenta brasileña encabeza las encuestas, pero su gran rival, Marina Silva, trata de sacar partido de los escándalos de corrupción que azotan al PT

La corrupción es uno de los «talones de Aquiles» de la presidenta Dilma Rousseff, pero también una herencia maldita del ex presidente Lula Da Silva, quien siempre consiguió salir indemne ante sus votantes y la Justicia bajo el pretexto de«todos robaban, pero yo no sabía». Sin embargo, mirar a otro lado es también un delito, al igual que asumir que la corrupción es un mal endémico imposible de erradicar en Brasil. El tono agresivo adoptado por los tres candidatos durante el último debate televisado que cerró la campaña reflejó la dura disputa por los votos en la recta final de las elecciones.

Según dos encuestas divulgadas el jueves, Rousseff se mantiene como líder de la disputa con un 40 por ciento de intención de voto, un índice que virtualmente le asegura la victoria en las urnas del domingo, pero es insuficiente para asegurarle la reelección en la primera ronda. El rival de la mandataria en el balotaje resultará de una disputa voto a voto entre la ecologista Marina Silva –quien según el Instituto Datafolha queda segunda con un 24 por ciento – y el socialdemócrata Aécio Neves, quien tiene hoy entre un 19 y un 21 por ciento de respaldo. En una hipotética segunda vuelta la mandataria se impondría por siete puntos sobre la ecologista.

Los ataques más duros a Rousseff fueron lanzados por Neves, quien acusó al actual Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de ser responsable del escándalo de corrupción descubierto en el gigante petrolero Petrobras, cuyo ex director Paulo Roberto Costa fue arrestado en marzo pasado. «Ustedes entregaron nuestra mayor empresa a una pandilla, cuyo director está preso. Éste es el lado perverso de usar la estructura pública para emplear a aliados», disparó el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). En el mismo tono, la candidata Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), acusó Rousseff de «esconder la corrupción» y de mentir al afirmar que ignoraba las prácticas corruptas en Petrobras.

La dama de hierro soportó estoicamente los embates y recordó que nunca le tembló el pulso a la hora de protagonizar purgas incluso dentro de las filas de su partido. Rousseff agregó que el combate a la corrupción es una prioridad de su Gobierno, y anunció que dictará nuevas leyes para endurecer las penas a los responsables de desviación de dinero público: «Antes de nosotros, nadie iba preso». Tras el juicio por el caso mensalão, once hombres de Lula fueron arrestados por corrupción. Entre ellos José Dirceu, el hombre más poderoso del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que cumple una condena de casi 11 años por su participación en la red. Sin embargo muchos de los encarcelados salen todos los días, con permisos de trabajo externo, y recientemente sus condenas fueron reducidas.