Kenia
Elecciones en Kenia, un impulso democrático
1. ¿Qué consecuencias sociales puede tener la decisión del Supremo? ¿Se reactivará la violencia?
Tras la inesperada decisión del Supremo, los partidarios de Raila Odinga han salido a la calle a celebrar; por su parte los votantes de Uhuru Kenyatta han aceptado el giro inesperado de los acontecimientos de forma pacífica. Por lo tanto es poco probable que la situación desemboque en un brote de violencia generalizado. Sin embargo no debemos ignorar el hecho de que cuando hablamos de Kenia nos referimos a una mayoría rural que vota acorde a la tribu a la que pertenece, lo que puede provocar enfrentamientos localizados. Generalizar la violencia en Kenia no sería riguroso; si se dieran casos se tratarían de altercados esporádicos y localizados en zonas empobrecidas desde un punto de vista socioeconómico, como los acontecidos durante las elecciones del pasado 8 de Agosto. Hasta el momento la opinión popular es optimista; hablamos de un día histórico, ya que jamás antes un Tribunal había anulado los resultados de unas elecciones Presidenciales en África, hecho que se traduce en un aumento de la confianza de los kenianos en el sistema judicial del país.
2. ¿En qué lugar queda el presidente Kenyatta, al confirmarse la manipulación?
Sólo se ha confirmado la existencia de irregularidades durante el proceso electoral; el Tribunal Supremo ha señalado que no hay pruebas para acusar a Uhuru Kenyatta de conducta inadecuada. Lo que se cuestiona en estos momentos es la credibilidad del sistema electoral y, por extensión, la de los observadores locales e internaciones, incluyendo a la Unión Europea que concluyó que las elecciones habían sido legítimas y negó la existencia de irregularidades. Parece ser que los observadores priorizaron el mantenimiento de la paz sobre la justicia, fallando en su deber de asegurar la integridad del proceso. El Tribunal Supremo hará público un informe reflejando las irregularidades dentro de 21 días. Hasta entonces no se sabrá en quién recae la responsabilidad del fraude electoral.
3. ¿Esta situación da alas a Odinga?
Sí y no.
Odinga ha sido líder de la oposición desde 2013. En las dos últimas elecciones ha denunciado la existencia de fraude electoral, derivando en una campaña enfocada en la falta de transparencia de la clase política de Kenia. Al tomar la decisión de llevar hasta el Tribunal Supremo su disconformidad con los resultados electores, muchos de sus simpatizantes se mostraron escépticos y le acusaron de ser un mal perdedor. La determinación por parte del Supremo de anular los resultados presidenciales le dota sin duda alguna de mayor credibilidad política, sin embargo es difícil de predecir lo que ocurrirá durante las elecciones que tendrán lugar dentro de 60 días; puesto que los kenianos que no son partidarios de Raila pero que no acudieron a votar el pasado día 8 quizá lo hagan ahora para evitar la victoria de la oposición. La decisión del Supremo, por lo tanto, no significa necesariamente que Odinga juegue con ventaja, significa que sea cual sea el resultado deberá ser justo y legal.
4. ¿Cuáles son las principales diferencias entre Kenyatta y Odinga? ¿Forman ambos parte de la corrupción instalada en el país?
Las diferencias entre ambos políticos son numerosas y se han hecho fácilmente reconocibles durante la campaña electoral: Uhuru no se ha apoyado en promesas de cambio, se ha limitado a asegurar que su gobierno “continuará con su buena labor”. Sin embargo Odinga, apoyado por la mayoría de la clase intelectual Keniana, se ha centrado en el desprestigio del gobierno de Uhuru, enfatizando el encadenamiento de innumerables casos de corrupción bajo su mandato. Raila Odinga ha declarado que pretende luchar contra la desigualdad en el país y afirma que la transparencia en los gastos del Gobierno debe ser incontestable.
Una de las mayores diferencias entre ambos ha recaído en la implicación militar y diplomática de Kenia. Mientras que Uhuru cuenta con el apoyo de EEUU en su implicación militar en Somalia y Etiopía, Raila defiende el cese de la colaboración militar con AMISOM. Es probable que sea esta una de las razones de peso por las que el grupo de observadores del Carter Center defendió fuertemente la victoria de Uhuru y pidió a Raila que se diese por vencido en las elecciones del 8 de Agosto. También esto traerá consecuencias en la lucha contra el grupo terrorista Al-Shabaab.
A pesar de que ninguno de los dos líderes políticos cuenta con casos de corrupción abiertos, la élite política keniana se posiciona en el tercer puesto del ranking mundial de los países más corruptos del mundo. El gobierno de Uhuru ha estado marcado por graves casos de corrupción en los que los responsables han quedado impunes. Kenia es un país en el que la corrupción forma parte del sistema. No importa que haya un cambio de gobierno y de ideología si el sistema permanece intocable.
5. ¿Cuál es el legado económico y social de Kenyatta?
El gobierno de Uhuru ha establecido que todos los hospitales públicos ofrezcan asistencia sanitaria gratuita a las mujeres embarazadas, siendo este uno de sus grandes logros. Durante estos cinco años de gobierno Uhuru ha prometido mejorar la economía del país, sin embargo la inflación se ha incrementado y la promesa ha caído en saco roto. Los casos de corrupción y las huelgas de médicos, enfermeras y profesores de universidad han sacudido su mandato. Es también notable el hecho de que en el último año, el gobierno no haya sabido manejar la sequía que ha asolado el norte del país y que ha derivado en una crisis de hambruna. Tampoco le deja en buen lugar el incremento en la construcción y la creación de negocios que, sin embargo ha beneficiado fundamentalmente a las élites dejando a la mayoría de los kenianos en una situación económica mucho peor que en 2013.
MARÍA FERREIRA
Analista de conflictos por el Instituto de Investigación de Naciones Unidas
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