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Enrique Barón: «El populismo de Tsipras está dañando a la UE»
Entrevista al ex presidente del Parlamento Europeo
Enrique Barón fue el presidente del Parlamento Europeo más joven hasta la fecha. Con 45 años llegó a las instituciones europeas y a día de hoy continua ligado a ellas. Barón (Madrid, 1944), habla con orgullo del proyecto europeo y del camino que ha recorrido España en los últimos 30 años. Con motivo del aniversario de la entrada de España en la entonces Comunidad Europea, atiende a LA RAZÓN y rememora el desembarco español en Bruselas.
– ¿Cómo ha cambiado España en los últimos 30 años?
– El país ha cambiado de una manera decisiva, se pueden ver muchos indicadores, pero yo creo que lo más importante es que tras un largo periodo histórico que vivimos en cierto modo con una introspección, obligándonos a vernos a nosotros mismos. Hoy España es un país que, primero, está en el mapa, forma parte de unas instituciones sólidas y que tienen una base política. Que ha conseguido dar un mayor relieve que le permite ver y abrirse a otros horizontes como puede ser Latinoamérica y aportar algo a estos países. Yo diría que es la dimensión universal; queda en un segundo plano las autopistas, la inversión que se pudo hacer en el país porque es importante, pero en ese momento España lo que buscaba era estabilidad y seguridad. Hoy, 30 años después, podemos decir que lo hemos conseguido.
– Se habla mucho de lo que Europa le ha dado a España, pero ¿qué ha aportado España al proyecto europeo?
– Tenemos que saber que lo que es hoy España no es sólo fruto de la ayuda de Europa, es también por un gran esfuerzo por parte de cada ciudadano español. Esfuerzo conjunto, del que somos parte todos los europeos. Los españoles tenemos que saber que somos importantes para Europa, somos la cuarta economía de la zona euro; en el tema de la integración el resto de los países que se han ido uniendo después de España hemos llevado a Bruselas una gran ayuda de cohesión con los nuevos integrantes. Muchas de las políticas europeas llevan un sello español y somos uno de los países que sigue manteniendo una clara voluntad europea como pocos estados miembros.
– Después del europeísmo, inicial tanto de España como de Portugal hace 30 años, ¿Cómo ha cambiado la crisis la percepción europea de los ciudadanos?
– Los indicadores y la actitud han cambiado, ha habido un momento en el que se desarrolló un cierto sentimiento de que Europa nos imponía en cierta manera determinadas políticas. Pero creo que la UE ha servido para que España madure, para que los españoles sean conscientes de que también hemos cometido nuestros propios errores, y que no todo es cuestión de Europa. Se suele resaltar que durante la crisis la opinión publica española dejó de confiar en las instituciones y la popularidad cayó diez puntos, pero pasólo mismo con nuestros políticos nacionales. Si los ciudadanos no se sienten representados en el país de origen, difícilmente lo harán en unas instituciones que parecen tan lejanas. Europa tiene que regenerarse constantemente y ser más cercana a los europeos.
– Con el terreno que han ganado los populismos en el último año en países como Grecia y España, ¿cómo puede afectar el ascenso de estas fuerzas al funcionamiento de las instituciones europeas?
–Populismos como los de Le Pen se nutren de Europa, ellos están en el Parlamento Europeo, cobrando un sueldo de las arcas públicas, pero que no aportan nada a la creación de una mejor Europa, pero no representan un daño mayor a las instituciones. Es cierto que los populismos han hecho mucho daño a Europa en general; el caso de Grecia es muy significativo, no se trata de que Tsipras tenga que reconocer públicamente que se equivocó, eso no sirve de nada, ni aporta nada. Lo que se le pide es que se adapte a los ofrecimientos de Europa, que es solidario, porque el pueblo heleno está recibiendo una solidaridad mayor que la que han recibido países como España o Portugal. Lo que no se puede pretender es que las reformas que necesita su país no se lleven a acabo.
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