Política

Damasco

España vetó la venta a Siria de sustancias químicas

El Gobierno español prohibió en los años 2009 y 2010 un total de diez licencias de exportación a Siria de sustancias químicas, esgrimiendo la existencia de un riesgo de que fueran usadas para la producción de armas de destrucción masiva.

Así consta en los informes de Comercio Exterior, que detallan las exportaciones de material de defensa, otro material y productos y tecnologías de doble uso, que deben ser autorizadas por el Ejecutivo, previo análisis de una junta interministerial con capacidad de veto.

En concreto, en el año 2010 se denegaron seis licencias de exportación de sustancias químicas, después de que en 2009 se hubieran rechazado otras cuatro por riesgo de desvío a la producción de armas de destrucción de armas de destrucción masiva. Ese año, el Gobierno también rechazó la exportación de un equipo de descontaminación NBQ, por el riesgo de que se desviara a un uso no autorizado o se reexportara "en condicíones no deseadas por no ofrecer las suficientes garantías el usuario final importador".

En la actualidad, una delegación de Naciones Unidas está investigando el presunto ataque químico que se habría llevado a cabo la semana pasada en las afueras de Damasco contra población civil, por el que Estados Unidos, Reino Unido y Francia están estudiando una posible respuesta militar.

Nada de material militar desde 2009

Al margen de estas denegaciones, España no exporta ninguna clase de material militar a Siria en cumplimiento del embargo de la UE a ese país, tanto de material de defensa como de material de doble uso, impuesta el 9 de mayo de 2011. La última licencia se aprobó en noviembre de 2009 y se refería a material de doble uso, en concreto, un liofilizador con destino a la industria farmacéutica por cerca de 500.000 euros. Por lo que se refiere al material de defensa, las últimas licencias son del año 2000.

En total, entre 1999 y 2009 se autorizaron 13 licencias de exportación del capítulo de "productos y tecnologías de doble uso", entre los que había "sustancias químicas para laboratorios, industria farmacéutica y curtidoras, cable de fibra óptica para telecomunicaciones, cilindros y circuitos hidráulicos para vaciar camiones de transporte de cereales.

También se aprobaron en esos años tres acuerdos previos para dos liofilizadores esterilizables por vapor con destino a la industria farmacéutica y una máquina para fresado con destino a la industria de la construcción.