Racionamiento en Venezuela
Espejismo en Venezuela
En medio de una escasez histórica, la gente se lanza a las tiendas ante la bajada de precios decretada por Maduro y se multiplican los saqueos.
En medio de una escasez histórica, la gente se lanza a las tiendas ante la bajada de precios decretada por Maduro y se multiplican los saqueos.
La guerra del hambre está cerca. Bajo el resguardo de las fuerzas de seguridad, una multitud de venezolanos se abalanzó este fin de semana en las afueras de algunos supermercados de Caracas, después de que el régimen chavista ordenase a sus dueños bajar los precios en medio de la mayor crisis de alimentos en el país. La medida obliga a más de 200 supermercados a reducir los precios a los niveles de hace un mes a pesar de la hiperinflación que azota a la nación petrolera. La orden de la bajada de precios se emitió el viernes, aunque algunos esperaron hasta ayer para cumplir con la medida, puesto que a sus establecimientos aún no habían llegado los inspectores.
Algunos de los alimentos a los que les bajaron el precio fueron la la mantequilla, el jabón de lavar ropa y de baño, los huevos, el queso fundido, bebidas alcohólicas y paquetes de pasta importados. En un local ubicado en una exclusiva zona del este de Caracas, en el barrio de Altamira, cientos de personas, incluidos bebés, jubilados y niños con discapacidad, hicieron filas antes del amanecer. Horas en las que reinó el caos. «¡Tenemos hambre! ¡Queremos comida!», gritaban en coro mientras golpeaban las puertas de este supermercado que estuvo cerrado durante horas.
Los efectivos de la Guardia Nacional llegaron más tarde al establecimiento y ordenaron las colas bajo la amenaza de no dejar entrar a la gente si persistía el desorden. Finalmente la multitud ingresó en pequeños grupos justo antes del mediodía, pero la gente salió rápidamente decepcionada pues sólo hubo descuentos en las galletas y jabón líquido de lavar ropa. «Con esto no sustento a mis niños», dijo Jesús Gudiño, de 29 años y padre de tres, señalando una pequeña bolsa plástica en su mano. «Estoy acá desde las cuatro de la mañana. Esto es una burla», agregó.
Días atrás, el presidente Nicolás Maduro decretaba un alza del salario mínimo, aunque a la tasa del mercado paralelo representa sólo dos dólares por mes. La moneda venezolana, el bolívar, se ha debilitado alrededor de un 98%frente al dólar en el último año. El salario mínimo rondaría los 7 dólares al cambio paralelo. Los precios de los alimentos básicos aumentan casi a diario en un país donde ya muchos tasan en dólares su mercancía pese a que la población no tiene forma de comprar divisas debido al férreo control de cambio que mantiene el régimen.
Con una inflación, que según una medición del Congreso controlado por la oposición llegó a cuatro dígitos en 2017 (2700%), las filas en los supermercados habían disminuido por lo costoso que resultaban el arroz, la harina de maíz, de trigo o los huevos.
A la situación de crisis se le sumó saqueos en varios estados de Venezuela como Zulia y Aragua. Los saqueos han dejando comercios destruidos y más de 40 personas detenidas. Por su parte el jefe de la Iglesia Católica venezolana, monseñor Diego Padrón, alertó sobre un posible estallido social ante la alarmante falta de alimentos en el país y pidió respeto a la propiedad privada.
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