Estrasburgo condena a Francia por un proyecto de expulsión de gitanos en 2004

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó hoy a Francia por el proyecto de desmantelamiento en 2004 de un campamento de gitanos en Herblay, al noroeste de París, que, aunque no se llegó a ejecutar, hizo que muchas de las familias que lo habitaban abandonaran el lugar.

La sentencia se dictó de forma unánime, y señala que la presidencia de entonces de Jacques Chirac no prestó la atención necesaria a quienes habían solicitado un nuevo domicilio dentro de los terrenos familiares.

No se tuvo en cuenta, según indicó ese tribunal en un comunicado, "la antigüedad de la instalación, la tolerancia de la comuna o el derecho a un hogar", pese a que se había reconocido "ausencia de urgencia o de un problema manifiestamente ilícito".

Las familias afectadas vivían en ese campamento desde hacía entre cinco y 30 años, y para Estrasburgo, "independientemente de la legalidad de la ocupación", mantenían unos vínculos lo suficientemente estrechos con las caravanas y cabañas instaladas en el terreno como para que estas fueran consideradas como sus casas.

En una primera sentencia, la Justicia gala apuntó en septiembre de 2004 que al implantar su campamento sin la autorización de la prefectura, ese grupo había violado el plan de la ocupación del suelo, y en octubre de 2005, el Tribunal de Apelación confirmó ese dictamen.

"Las autoridades nacionales deben tener en cuenta la pertenencia de los demandantes a una minoría vulnerable, lo que implica prestar una atención especial a sus necesidades y a su modo de vida", indicó hoy el TEDH.

Estrasburgo recordó que la pérdida de una casa "es uno de los atentados más graves contra el derecho al domicilio", y estima que en Francia se ordenó la expulsión de esas cerca de 26 familias sin analizar la "proporcionalidad"de la medida.

Pese a que la sentencia del TEDH llega cinco años después de que se produjeran los hechos, el debate sobre las expulsiones de personas en situación irregular, mayoritariamente de etnia gitana, sigue de plena actualidad.

La detención y expulsión de Francia a Kosovo el pasado 9 de octubre de una niña gitana de 15 años durante una excursión escolar ha colocado en el centro de las críticas la política de inmigración del ministro del Interior, Manuel Valls, y ese rechazo fue escenificado hoy en una manifestación de más de 2.000 estudiantes en la capital.