Coronavirus

¿Por qué la población de Europa del Este es tan reacia a vacunarse?

La desconfianza hacia las autoridades y la desinformación alimentan los sentimientos negacionistas en los Balcanes

Una foto del tenista Novak Djokovic en un edificio de Belgrado
Una foto del tenista Novak Djokovic en un edificio de BelgradoDarko VojinovicAgencia AP

Rumanía y Bulgaria son los estados con menor tasa de vacunación de la Unión Europea y con mayor tasa diaria de mortalidad. Las morgues están llenas, pero en Bulgaria sólo el 27,9% de la población cuenta con la pauta completa y el 40,1% en Rumanía. El acceso a las vacunas, sin embargo, no es el problema. La compra centralizada de la Unión Europea garantiza un reparto equitativo y proporcional de los viales, pero en estos países pesan más los bajos niveles de educación sanitaria, la desinformación y la escasa confianza de la población en el Gobierno y las instituciones por la corrupción.

La situación es aún peor en los países balcánicos que aspiran a ingresar un día en el “club” comunitario. Según las cifras de Our World in Data, Serbia cuenta con el 46,7% de su población con la pauta completa, Montenegro con el 44,1%, Macedonia del Norte con el 39,2%, Albania con el 37,1% y Bosnia Herzegovina solamente con el 22%. Dado que el nivel de vacunación es inversamente proporcional a la tasa de mortalidad por coronavirus, el este de Europa se ha convertido en el epicentro de la pandemia desde el pasado otoño y, sobre todo, tras la expansión de la variante ómicron.

Con la herencia del régimen comunista aún a sus espaldas, la población parece confiar más en celebridades como el tenista Novak Djokovic que en sus propias autoridades. El numero uno del mundo, adepto a una alimentación sin gluten y a base de plantas, es un reconocido anti vacunas. “Personalmente, no estoy a favor de las vacunas. No me gustaría que alguien me obligue a vacunarme para viajar”, afirmó en abril de 2020. Menos de un año después, su negativa ha abierto una crisis diplomática entre Serbia y Australia.

Pero el mensaje de Novak no es minoritario precisamente en su país natal. Al inicio de la pandemia de coronavirus, el presidente serbio, Alexandar Vucic, tuvo que dar marcha atrás al toque de queda nocturno entonces impuesto ante una intensa ola de disturbios.

Aunque no solo es un problema que atañe a los países del este. En el corazón de Europa, Alemania, Austria y Suiza también muestran unas tasas de vacunación “sorprendentemente bajas”. De hecho Suiza, uno de los países más ricos del mundo, tiene la tasa de vacunación más baja de Europa occidental. Más de un tercio de la población del país alpino (33%), no ha recibido una primera dosis de la vacuna Covid. Porcentajes similares a los de Austria (33%) o Alemania (30%).

Se trata de países de habla alemana influenciados por el movimiento Querdenker (pensadores laterales), contrario a las restricciones adoptadas por el Gobierno alemán. Según Markus Söder, líder de Baviera, el Querdenker y partidos de extrema derecha como Alternativa para Alemania (AfD), están difundiendo a gran escala el “veneno” del escepticismo de las vacunas.

Un “veneno” que cala. Según las encuestas realizadas por la Universidad alemana de Erfurt, el 80% de los encuestados que no estaban vacunados dijo que primero debían sopesar los riesgos y beneficios de estos medicamentos. El 41% directamente consideró que la vacunación era “innecesaria”.