La entrega por parte de Rusia a Hungría de once prisioneros de guerra ucranianos descoloca a Kyiv

"Un acontecimiento que podría ser positivo se convierte en una especie de historia de detectives dramática con un trasfondo político muy claro”, informó este martes Andriy Yusov de la inteligencia militar de Ucrania, refiriéndose a la compleja historia de once prisioneros de guerra ucranianos que supuestamente fueron liberados por Rusia gracias a las conexiones de la Iglesia Ortodoxa Rusa con los políticos húngaros. La Iglesia Ortodoxa Rusa informó anteriormente que el 8 de junio, "como parte de la cooperación entre iglesias" y a petición de la parte húngara, un grupo de prisioneros de guerra ucranianos de origen transcarpático fue entregado a Hungría. Muchos ucranianos de origen húngaro, la mayoría de los cuales residen en la región de Transcarpatia, han estado luchando en las filas del Ejército ucraniano.

El viceprimer ministro húngaro, Zholt Shemien, confirmó el traslado de Rusia a Budapest de una decena de prisioneros de guerra, todos supuestamente húngaros. Shemien afirmó que este era un gesto de la Iglesia Ortodoxa Rusa hacia Hungría, y que estas personas "le deben su libertad". Por su parte, el Ministerio de Exteriores ucraniano declaró que el Gobierno no fue informado sobre las negociaciones y se enteró del traslado de los prisioneros de guerra por las declaraciones de las autoridades húngaras. En cualquier caso enfatizaron que la liberación de los prisioneros de guerra es "siempre una buena noticia".

Posteriormente, cuatro fuentes anónimas informaron a “Radio Liberty” que la liberación de los prisioneros de guerra ucranianos y su entrega a Hungría fue una iniciativa personal del viceprimer ministro, Zholt Shemien, de la que nadie más en el Gobierno sabía. “Ni el Ministerio de Exteriores ni la Oficina del Primer Ministro sabían de esto, y hay una seria indignación en el Gobierno con respecto a esta acción”, afirmaron las fuentes que explicaron que el gobierno temía que el intercambio empeorase aún más las ya muy tensas relaciones entre Kyiv y Budapest.

El primer ministro húngaro, Victor Orban, ha sido una de las voces más críticas sobre las sanciones contra Rusia, alegando que causaron más daño a Europa que a Rusia. Aunque Hungría acogió a cientos de miles de refugiados ucranianos, posteriormente se ha negado a proporcionar ayuda militar o, lo que es aún más controvertido, a dejar que ningún armamento pase por su territorio de camino a Ucrania.

Los funcionarios húngaros también han hecho una serie de declaraciones despectivas y abiertamente hostiles, de las que se hizo eco la propaganda rusa, mientras Ucrania ha estado luchando por su supervivencia.

Según “Radio Liberty”, todos los prisioneros de guerra tienen nombres húngaros, pero no todos afirman ser húngaros. También se desconoce cómo fue el trayecto de Rusia a Hungría. El viceprimer ministro húngaro podría haber organizado su paso por la zona Schengen.

Tres militares ucranianos han llegado este martes con éxito desde Hungría a Ucrania. No ha sido fácil. El Mecanismo de Coordinación para el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra de Ucrania afirmó este martes que continúa "tomando medidas activas para devolver a casa a los defensores ucranianos restantes deportados de Rusia a Hungría" mientras su paradero sigue siendo desconocido para el público.

El Ministerio de Exteriores ucraniano lamentó que Hungría no entablase un diálogo constructivo con Kyiv sobre este asunto. “Todos los intentos de los diplomáticos ucranianos durante los últimos días de establecer contacto directo con ciudadanos ucranianos fueron infructuosos”, informó su portavoz Oleg Nikolaenko.

Ucrania apeló una vez más a la parte húngara que permitiese la visita del cónsul ucraniano a los prisioneros de guerra para que pueda evaluar su condición física y psicológica. El ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó este lunes que Orban estaba personalmente interesado en el traslado de prisioneros de guerra ucranianos de Rusia a Hungría. "Había un objetivo simple: Viktor Orbán tenía que mostrar a los húngaros tanto en Hungría como fuera de Hungría que él es su único defensor. Toda esta operación se implementó en los intereses políticos de una persona", subrayó.

Por su parte, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijártó, aseguró que Budapest no participó en la entrega de los prisioneros de guerra ucranianos desde Rusia. Hizo hincapié en que los ucranianos "son libres de moverse en Hungría, son libres de hacer lo que quieran hacer".