Filipinas recuerda a las víctimas del tifón Haiyán un año después

Con una de palomas y globos y con una multitudinaria misa en el cementerio donde están enterradas 3 mil víctimas del tifón Haiyán, sus familiares y amigos de la ciudad de Tacloban, en Filipinas, recuerdan que este 8 de noviembre se cumple un año desde la catástrofe. Olas de siete metros engullieron la tierra y destruyeron casi el 90% de la ciudad. Quienes sobrevivieron lloran a sus muertos. Quienes no encuentran consuelo acuden a la protesta. Pescadores y granjeros de Tacloban le han prendido fuego a una efigie del presidente del país, Benigno Aquino, en una manifestación. Y luchan, dicen, por su derecho a comer, a la defensa, al sustento y a los servicios sociales. Quieren que se haga justicia por lo que entienden que fue una, dicen la portavoz de la protesta Efleda Bautista, "negligencia criminal". En la capital del país, Manila, los ecologistas también se han echado a la calle. Recuerdan que, si no se toman medidas, esta catástrofe va a volver a suceder. Otras miles de personas han recorrido las principales calles de Tacloban en una marcha conmemorativa. Visitando las áreas más destrozadas y recordando que, un año después, poco se ha hecho para recuperarlas. Recuerdan que solo se han levantado 450 nuevas casas con los más de 900 millones de euros que el Gobierno distribuyó para la reconstrucción.