Francia
Fillon exhibe a su mujer en un mitin tras el escándalo del empleo ficticio
El aspirante conservador promete bajar impuestos y subir pensiones
François Fillon pensaba celebrar su primer mitin de cara a las presidenciales bajo el signo de la unión, pero las acusaciones contra su mujer de cobrar del dinero del contribuyente sin realizar un trabajo efectivo le obligaron a cambiar ayer de programa para intentar frenar el desencanto que estos «affaires» ha despertado en parte de su electorado. «Vengo de lejos y no me van a intimidar», aseguró el candidato de Los Republicanos, que llegó al hall del Parque de la Villette de la mano de su esposa, Pénélope. Fillon fue contando cómo en el «largo y rudo camino» de la política Pénélope siempre estuvo a su lado, y hoy «como por casualidad», a tres meses de las presidenciales, «construyen un escándalo».
Para Fillon, el objetivo de los que atacan a su mujer es darle a él, pero a esos dijo que no tiene miedo «de nada», y que si quieren atacarle, «que ataquen mirándome a los ojos, pero que dejen tranquila a mi mujer». Y lanzó con sarcasmo que la pareja no tiene nada que ocultar: «Nuestra única cuenta bancaria está en el Crédit Agricole de Sable». La sala, repleta con unos 15.000 militantes, se levantó a una para aplaudir a Pénélope Fillon, visiblemente incómoda por ser el objeto de todas las atenciones, pero conmovida cuando desde el estrado su marido le dijo que la quería y que «jamás perdonaré a los que han querido tirarnos a las fieras». Para Fillon, estos ataques están dirigidos más allá de su propia persona «es una alta idea de Francia que quieren abatir en pleno vuelo».
Ya entrado en su discurso, quiso ofrecer otros detalles sobre el candidato, sus visitas a un agricultor que «trabaja 70 horas a la semana», al militar orgulloso de «haber construido con su compañía un colegio» durante una misión en el Sahel, al campo de Auschwitz junto a Simone Veil, o al cementerio de Verdun. Se dirigió a «los abstencionistas», «a los electores del Frente Nacional que piensan que todo está perdido» e incluso «a los electores socialistas que se muerden los dedos».
El candidato republicano a las presidenciales confirmó que quiere bajar «masivamente» las cargas que pesan sobre el coste del trabajo y las nóminas para «ganar por lo menos 250 euros al año». También comentó que revalorizará en «más de 300 euros» las pensiones inferiores a 1.000 euros. Las primeras críticas fueron para Emmanuel Macron, que se presenta a las presidenciales como un hombre que acoge a la derecha y a la izquierda, Fillon dice que él no es « un producto de marketing ». Pero los ataques más duros fueron para la izquierda que «no cree en el crecimiento».
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