Elecciones en Estados Unidos

Fin de una dinastía, ¿fin del sistema?

La derrota de la demócrata supone un golpe histórico al «establishment» americano

Hillary Clinton y su marido
Hillary Clinton y su maridolarazon

–¿Cómo puede afectar a Hillary Clinton el hecho de perder las elecciones presidenciales, el desafío para el que se había preparado toda la vida?

–Las opiniones que tiene la gente sobre ella están fijadas, para bien o para mal. Ha formado parte del escenario político americano durante mucho tiempo. Ganar o perder las elecciones no iba a afectar a la percepción que la gente tiene sobre ella. Si hubiera ganado sería algo histórico, y al perder los comicios también, porque seguirá siendo la primera candidata en la historia de Estados Unidos de uno de los partidos mayoritarios.

–¿Su derrota significa el final de la era Clinton?

–Hay algo de verdad en ello, pero de vez en cuando surgen rumores en torno a la figura de la hijo del ex presidente y la primera dama, Chelsea Clinton, y de cómo podría estar interesada en política, porque tampoco es muy clara a la hora de responder si está interesada en una carrera política o no. Al perder Hillary, los Clinton están fuera del panorama durante, al menos, cuatro años. Al margen del hecho de que podría ser el final de su carrera política. Pero, quizás, Chelsea podría continuar el legado Clinton e iniciar su propia tayectoria.

–¿La encarcelaría un Donald Trump presidente por el escándalo de los e-mails de cuando era secretaria de Estado?

–Predecir lo que Trump va a hacer siempre es algo difícil. Sospecho que no insistirá en el asunto de los e-mails hasta tal punto como para llevarla a la cárcel. Con su triunfo, lo mejor para el país, para favorecer la reconciliación nacional, sería que no insistiese más en el tema. Si insistiese, polarizaría a la nación. El ex presidente Gerald Ford perdonó a Richard Nixon, algo bastante impopular en ese momento, pero que ahora, desde un punto de vista histórico, se ve como algo bueno, ya que la gente pasó página. Trump como ganador puede perdonarla, pero conceder un perdón implica reconocer que una persona es culpable, así que será mejor si directamente se olvidase del tema. Sería un gesto impopular para los republicanos, pero la mejor manera para que la ciudadanía americana pase página definitivamente de este escándalo.

* Justin FOX es Director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia