Irak
Gas cloro a las puertas de Mosul
El Ejército iraquí se prepara para la lucha cuerpo a cuerpo contra los yihadistas, que utilizan gases tóxicos para detener su avance
El Ejército iraquí se prepara para la lucha cuerpo a cuerpo contra los yihadistas, que utilizan gases tóxicos para detener su avance
El que fuera el último bastión del Estado Islámico (EI) en Irak y su capital de facto, Mosul, está a tan sólo cinco millas (ocho kilómetros) de ser reconquistado por el Ejército iraquí y los rebeldes kurdos «peshmerga». Las fuerzas iraquíes, que cuentan con el apoyo aéreo de la coalición internacional, llevaron ayer a cabo una operación a gran escala tras la que se consiguió retomar el control del distrito cristiano de Bashiqa, situado al noroeste de la ciudad.
En el frente norte, los yihadistas atacaron al Ejército con gas cloro en un intento desesperado de detener su avance hacia el corazón de su «capital», según el comandante de la sede operativa en la provincia de Nínive. Además, las fuerzas iraquíes y los rebeldes kurdos acordonaron aproximadamente ocho pueblos en 100 kilómetros de territorio para preparar la incursión definitiva a Mosul, donde permanecen entre 4.000 y 8.000 militantes del Estado Islámico, según el ministro del Interior del Kurdistán, Karim Sinjari.
«Si se resisten en Mosul, veremos una gran batalla. Los caminos son muy estrechos y no pueden acceder vehículos ni tanques. La lucha será cuerpo a cuerpo», aseguró Sinjari. Las fuerzas iraquíes habrían tomado también el control de una parte de la carretera que transita desde Bashiqa a Mosul, evitando de esta forma que los refuerzos lleguen al EI. Según declaró el pasado fin de semana el ministro del Interior kurdo, «si cae Mosul, también caerá el califato. Si pierden Mosul, no les quedará más lugar que Raqa, en Siria». Tal y como explica a LA RAZÓN la experta de la Universidad de Kingston Ruwayda Mustafah, «si el EI es derrotado en Mosul, trasladará su base a la frontera siria. Como alternativa, si son derrotados en Siria, volverán a posicionarse en Libia y este proceso continuará hasta que el grupo sea reducido y no disponga de capacidad militar».
Durante el operativo del pasado fin de semana, los «peshmerga» fueron respaldados por los ataques aéreos de la coalición, que destruyeron tres coches bomba y tres motocicletas. Según confirmaron los kurdos, altos dirigentes del EI habrían muerto durante los enfrentamientos del pasado domingo, incluyendo entre ellos al emir en Bashiqa, Abu Faruq, y otras cuatro figuras locales de alto nivel: Abu Naser, Abu Karal, Abu Hassan y Abu Abdulrahman.
Por otro lado, las tropas del Ejército iraquí irrumpieron también durante el fin de semana en la región cristiana de Qaraqosh, y en el pueblo vecino, Karamless, según han confirmado fuentes del Ministerio de Defensa iraquí. Ambos han permanecido desde el año 2014 bajo control del EI.
En el frente sur, cerca de 1.000 personas fueron tratadas por problemas respiratorios vinculados a la fuga de los humos tóxicos de una planta de azufre que fue asaltada el sábado por militantes del EI. Se espera que la ofensiva en Mosul se convierta en la mayor batalla de combate en Irak desde la invasión de EE UU en 2003 y que podría requerir de una operación a gran escala de ayuda humanitaria. Según la ONU, en las próximas semanas cerca de 200.000 personas podrían desplazarse desde la ciudad de Mosul hacia los campos humanitarios, situados a las afueras de la ciudad.
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