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Gavin Hewitt: «Es un error confundir a Merkel con Alemania»

La Razón
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Gavin Hewitt acaba de publicar en España "Europa a la deriva"(Alianza Editorial), una radiografía periodística de la eurocrisis fruto de sus cuatro años en Bruselas. Hewitt alerta de que la UE perderá a una generación si no consigue darles oportunidades de trabajo a los jóvenes.

¿Por qué está Europa a la deriva?

En primer lugar, hay una crisis de empleo y prosperidad que está poniendo en riesgo el proyecto europeo. Pero también hay una crisis sobre el tipo de Europa que hemos desarrollado durante el último medio siglo. Como dice Merkel, Europa tiene el 7% de la población mundial, el 25% de la economía y consume el 50% de gasto social, lo que no es sostenible a largo plazo. Debemos preguntarnos qué es más importante: el sueño europeo o si Europa puede proporcionarnos seguridad y prosperidad a la gente. Y si no se responde a esta pregunta, el continente está perdido.

¿La parálisis europea es resultado de la crisis económica o de la falta de liderazgo político?

En 2009, los dirigentes europeos no estaban preparados para afrontar una crisis de naturaleza tan compleja. Se veían superados por los mercados. No fue hasta agosto pasado, cuando Mario Draghi expresó su voluntad de hacer todo lo necesario para defender el euro, que Europa empezó finalmente a dominar la agenda. La crisis ha mostrado una fuerte resistencia a ser resuelta por los líderes actuales. Cuando ves que la economía griega se ha hundido un 20% en cinco años, compruebas que estamos ante un experimento político.

¿La austeridad está matando al enfermo?

Merkel cree en la necesidad de atajar el déficit para disuadir a los mercados y en emprender reformas, especialmente en el mercado de trabajo. En su opinión, la combinación de ambas medidas abonará el terreno para el crecimiento. Pero esto está empezando a ser puesto en duda. Algunos políticos, como François Hollande o Enrico Letta, creen que la austeridad ha ido demasiado lejos y se debe fomentar el crecimiento. Ahora hay mucho resentimiento contra Merkel, pero también ha crecido la falta de respeto contra los alemanes. Es un error confundir a Merkel con Alemania.

Cuando Alemania realizó sus reformas bajo el Gobierno de Schröder, la economía crecía...

El momento es muy importante. Cuando Schröder comenzó a liberalizar el mercado laboral, la situación económica era diferente. Por ejemplo, las reformas estructurales son más fáciles de acometer cuando la economía crece. Por el contrario, ahora, en países como España, se están haciendo en mitad de la recesión. Si te digo que vas a perder la seguridad en tu empleo y voy a modificar tu contrato, tú piensas que vas a gastar menos y decides no comprar un nuevo coche.

Mientras EE UU y los países emergentes crecen, nosotros permanecemos en recesión. ¿Qué estamos haciendo mal?

Estados Unidos crea más empleos que Europa. Su mercado laboral es mucho más flexible que el europeo, que tiene más regulaciones. Creo que el crecimiento vendrá de las pymes. El problema es que en el sur de Europa esas compañías no tienen acceso al crédito. Una empresa de Milán, muy cerca de Alemania, paga más por un préstamo que su competidora alemana. Las estructuras en Europa dificultan la innovación y la creatividad. La principal lección de la economía global es que tenemos que adaptarnos al futuro para competir con productos de calidad.

¿El euroescepticismo decaerá cuando pase la crisis económica?

Si se empieza a crear empleo a finales de este año o comienzos del próximo, los partidos antieuropeos pueden empezar a declinar. En cambio, si la inseguridad se prolonga, estos partidos pueden tener unos buenos resultados en las elecciones europeas de 2014. De hecho, en Bruselas las consideran como las más importantes y las más peligrosas porque los partidos populistas puedan ganar muchos votos precisamente cuando el Parlamento Europeo dispone del mayor poder de su historia. Ahora existe un enorme abismo entre los votantes y los políticos tiene que esforzarse en restaurar esa confianza. De lo contrario, el populismo seguirá creciendo. Los ciudadanos tienen la percepción de que los políticos tradicionales no les escuchan y no asumen sus preocupaciones.

¿Las divisiones internas sobre Europa acabarán con Cameron, como le ocurrió a Thatcher?

El líder conservador está ofreciendo un referéndum si es reelegido en 2015 apostando por un resultado concreto. Su intención es renegociar el estatus de Reino Unido en la UE antes de acudir a votar. Habrá una campaña fuerte y ajustada entre ambos bandos y es muy difícil predecir el resultado. El problema para Cameron es que las reformas que él consiga en las negociaciones en Bruselas no convenzan a mucha gente de su propio partido por insuficientes.

¿Puede sobrevivir Reino Unido fuera de la UE?

Creo que sí. Permaneceríamos como un país democrático de 60 millones de habitantes. Pero el problema de estar fuera es que no podríamos influir en decisiones que nos afectarían. Es el mismo caso de Noruega, que no forma parte de la UE, pero hace negocios con ella.