Elecciones en Estados Unidos
George Bush apuñala a Trump al anunciar su voto a Clinton
El ex presidente de EE UU agudiza la presión del «establishment» republicano contra el magnate a un mes y medio de las presidenciales.
El ex presidente de EE UU agudiza la presión del «establishment» republicano contra el magnate a un mes y medio de las presidenciales.
A los Bush nunca les gustó Trump. Durante las primarias republicanas lo dejaron claro. En un principio se desmarcaron del proceso y aseguraron que no harían campaña a favor del magnate cuando éste fue nominado en la convención de julio. Ninguno de los dos ex presidentes y máximos estandartes del «establishment» republicano consideraba que el magnate fuera el candidato idóneo. Pero lo que ocurrió ayer fue realmente sorprendente. George Bush (presidente entre 1989 y 1993) no sólo no apoyará a Trump, sino que votará a la demócrata Hillary Clinton. Un auténtico desafío al republicano y una puñalada con la que tendrá que vivir el empresario en el mes y medio que queda para las presidenciales.
No lo hizo público el propio Bush, sino que fue Kathleen Hartington Kennedy Townsend, ex teniente de la gobernadora del Estado de Maryland e hija del senador y fiscal general del Estado Robert F. Kennedy. A través de su cuenta de Facebook, Kathleen aseguró que «el presidente me ha dicho que votará por Hillary», comentario que fue acompañado de una fotografía de ella junto a Bush (de 92 años), con quienes la une una larga amistad. Ambos se encontraban en el Estado de Maine, donde la familia Bush tiene una residencia de descanso.
De esta forma, queda claro que el «establishment» republicano y demócrata se unen contra un enemigo común: el populismo, que en Estados Unidos se escribe con el nombre del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
A pesar de esta confesión pública, el portavoz del ex presidente, Jim McGrath, evitó confirmar la decisión del republicano. «El voto del presidente Bush será privado. No tiene comentarios sobre la carrera presidencial», indicó McGrath sobre el ex mandatario conservador, que ha visto cómo Trump humillaba a su hijo Jeb Bush, ex gobernador de Florida y favorito de la élite del partido durante las pasadas primarias. Desde que Jeb, que tenía todo el apoyo de la maquinaria republicana, decidió abandonar las elecciones primarias, la familia se ha mantenido al margen de la lucha por la Casa Blanca. Incluso decidieron ausentarse en la Convención Republicana de Cleveland (Ohio) de este verano.
Como queda patente, la nominación del multimillonario sigue levantando ampollas entre los hombres fuertes del partido. El primero en alzar la voz fue el portavoz de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, de Wisconsin, que se resistió al máximo antes de respaldar a Trump. Bush padre no es el primer republicano en anunciar que votará a la demócrata. Hasta ahora el ex consejero de Seguridad Nacional Brent Scowcroft y el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez han anunciado que sus papeletas no irán para el representante del partido al que pertenecen.
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