God save Margaret Thatcher

Pocas mujeres políticas en cualquier país del mundo han destacado y dejado una huella tan imborrable como lo hizo Margaret Thatcher en el Reino Unido en la década de los ochenta.

En el día de su fallecimiento, y como homenaje a ella, permítanme que recuerde su faceta valiente, enérgica e implacable en la lucha contra el terrorismo del IRA, y si los soviéticos en aquellos tiempos la apodaron la dama de hierro, los terroristas norirlandeses probaron su eficaz mano de hierro, no cediendo jamás a los chantajes de los asesinos. Ni cedió a la huelga de hambre de los presos del IRA ni jamás admitió poner un precio político a la paz. Es por todo ello, que los criminales del IRA intentaron asesinarla en Brighton colocando una potentísima bomba en el hotel donde se alojaba. Cuando una persona tiene principios y valores democráticos ni una ni cien bombas pueden hacer que modifique un milimetro su posición inicial. Y Margaret Thatcher, como lo supo y lo hizo tambien el presidente Aznar en su época en nuestro país, sabía que con los terroristas no hay nada que hablar, nada que dialogar y menos aún nada que negociar.

Por supuesto que a Margaret Thatcher la odió el IRA por todo ello, pero a su vez, la quisimos y la idolatramos millones y millones de personas de todo el mundo que contemplamos que fue un referente en la lucha antiterrorista.

El IRA y ETA son una misma serpiente con dos cabezas, y los modos y las formas en los atentados y en la actuación política de los terroristas norirlandeses han sido copiados a rajatabla por los terroristas vascos para intentar hacer en España el mismo daño que sus colegas norirlandeses en el Reino Unido. Por eso siempre nos quedará en nuestra memoria y en los libros de historia la vida de una mujer ejemplarizante que dignificó la política antiterrorista mundial y que como las victimas de nuestro País marcó un camino de libertad, de dignidad y de justicia democrática ante los canallas terroristas asesinos de inocentes.