Política

El Futuro de Venezuela

González Pons: “Los militares venezolanos estaban avergonzados por expulsarnos”

El vicepresidente del Partido Popular Europeo destaca en una entrevista con LA RAZÓN que cuando entraron en el avión, ya expulsados de Venezuela, “todo el avión se puso de pie a aplaudirnos”. Para González Pons “es como si nos hubiera invitado el presidente de un país y un bandido con una pistola nos hubiera impedido llegar a visitarle”

González Pons, a su llegada al aeropuerto de Madrid después de que Venezuela le expulsara. EFE/Nico Rodríguez
González Pons, a su llegada al aeropuerto de Madrid después de que Venezuela le expulsara. EFE/Nico Rodríguezlarazon

El vicepresidente del Partido Popular Europeo destaca en una entrevista con LA RAZÓN que cuando entraron en el avión, ya expulsados de Venezuela, “todo el avión se puso de pie a aplaudirnos”. Para González Pons “es como si nos hubiera invitado el presidente de un país y un bandido con una pistola nos hubiera impedido llegar a visitarle”

El vicepresidente primero del Grupo Partido Popular Europeo y portavoz de la delegación española del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, sufrió ayer en primera persona, junto a otros eurodiputados invitados por la Asamblea Nacional -presidida por Juan Guaidó-, la represión del régimen chavista. El grupo fue obligado a volver a Madrid sin poder pasar siquiera los controles del aeropuerto de Caracas. González Pons narra en esta entrevista a LA RAZÓN todo lo sucedido. “Ni más ni menos que lo que viven millones de venezolanos a diario”, asegura.

-¿Quiénes componían el grupo que iba a Venezuela?

-El vicepresidente portugués del Grupo, Paulo Rangel; la vicepresidenta holandesa, Esther de Lange, Gabriel Mato e Ignacio Salafranca, aparte de mí.

-¿Cuándo les comunicaron que no podían entrar en Venezuela?

-Nos enteramos cuando ya llevábamos un rato allí. Nos llegaron noticias contradictorias de la embajada que señalaban que había dos posturas del gobierno ilegítimo de Venezuela sobre si dejarnos entrar o no en el país. Al principio fueron muy amables: de hecho, nos invitaron a los salones donde suelen llevar a los diplomáticos, pero algo se torció, y en un momento determinado nos vimos abruptamente conducidos a un cuartucho en el que no había ventanas y solo una puerta; ahí se nos informó que no éramos bienvenidosy que íbamos a ser expulsados del país. Y que la única alternativa que nos quedaba era o permanecer retenidos allí o ser expulsados de inmediato.

-¿Les dijeron por qué no podían pasar? ¿Por ir representando a la Unión Europea? Porque la UE ha reconocido a Guaidó...

-No, nos tiraron porque íbamos a ver a Guaidó y no quieren consentir que Juan Guaidó empiece a recibir a personalidades internacionales, porque eso sería tanto como que el país viera la verdad. Si no hubiéramos ido a ver a Leopoldo López o a Guaidó nos hubieran dejado entrar. No nos dejaron entrar no por quiénes somos, sino por las personas a las que íbamos a ver. Maduro está cerrando las puertas, cerrando las ventanas y apagando las luces de Venezuela. Y cuando el asesino apaga las luces y cierra las ventanas es que va a empezar a matar.

-¿Cuánto tiempo estuvieron allí retenidos? ¿Sintieron angustia?

-Los dos momentos más delicados fueron cuando entró el teniente de la brigada antidrogas y quiso llevarse nuestras maletas porque entendíamos lo que pretendía hacer con ellas o cuando hicieron amago de querernos quitar los teléfonos móviles. Pero hay dos sentimientos que a mí me quedarán. Primero, el de lástima que me daban nuestros carceleros, los que nos mantenían retenidos, porque no paraban de pedirnos disculpas. Eran gente uniformada avergonzada de lo que estaban haciendo. El segundo es el que vivimos cuando entramos en el avión expulsados: todo el avión se puso de pie a aplaudirnos. Y el pasaje del avión estaba compuesto en un 90% por venezolanos.

-¿Les dio tiempo a llamar a Juan Guaidó?

-Nos dio tiempo a hablar con Guaidó y con los miembros de la Asamblea Nacional venezolana que nos habían invitado, y con todos los amigos de Venezuela. A todos les explicamos la situación en la que nos encontrábamos. En esta situación se produce una paradoja, y es que quien nos ha invitado a visitar Venezuela ha sido el presidente legítimo del país al que reconoce España y el que nos ha impedido estar ha sido el presidente ilegítimo del país, aquel que está usurpando el poder y que mantiene secuestrado al país. Es como si nos hubiera invitado el presidente de un país y un bandido con una pistola nos hubiera impedido llegar a visitarle.

-¿Qué les dijo el presidente legítimo?

-Que lo siente mucho y que está deseando que muy pronto llegue el día en el que nos reciba con un abrazo una Venezuela libre.

-¿En qué iba a consistir su visita?

-Nosotros íbamos allí invitados por la Asamblea Nacional de Venezuela para ser la primera delegación internacional que tuviera una entrevista de trabajo con Guaidó. Al mismo tiempo, hoy -por el lunes- queríamos celebrar con la familia de Lepoldo López el quinto aniversario de su encarcelación y habíamos quedado con Lilian Tintori, su mujer, en ir a casa y verlo y, si esto no fuera posible, tener una conversación pública con Leopoldo desde la ventana a la calle. Además, íbamos a ver también a María Corina Machado, a otros miembros de la oposición y a todas las ONG que trabajan sobre el terreno. En ningún momento descartamos que si el gobierno ilegítimo de Maduro nos pedía una entrevista, no la fuéramos a tener.

-¿En algún momento les dijeron que no podían llevar a cabo ese viaje?

-Teníamos noticias contradictorias al respecto. En Venezuela hay dos gobiernos, uno el legítimo y otro ilegítimo. Si el legítimo nos invita, por más que el ilegítimo nos diga que no podemos ir, no podemos escucharle. El presidente de Venezuela a efectos de España es Guaidó, y si él nos ha invitado, ¿quién puede impedirnos que al menos entremos en el país de forma legítima?

-Precisamente por estar invitado por ese presidente legítimo, ¿no se ha podido hacer nada más o es que incluso les amenazaban con detenerlos?

-No, nos iban a detener. De hecho, el momento más complicado fue cuando ante nuestra resistencia se presentaron los policías de la brigada antidrogas con la intención de llevarse nuestras maletas para registrarlas y nosotros entendimos cuál era el siguiente paso que iban a dar. En Venezuela el poder pertenece al pueblo, pero lo tiene secuestrado Maduro y lo que hemos vivido no es ni más ni menos que lo que viven millones de venezolanos a diario.

-Podemos ha dicho que lamentaba que “no pudiera montar el lío en Venezuela...”

-El lío lo montan aquellos que impiden que llegue la comida, las medicinas, la ropa a millones de personas que se encuentran en crisis humanitaria. A mí me invitó a ir a Venezuela el presidente legítimo. Visitar a un presidente legítimo nunca ha sido montar el lío. Montar el lío es apoyar a Maduro. Eso es lo que realmente es montar el lío, el ser tan indecente como para no ponerse de parte de la gente que pasa hambre y estar del lado del tirano. Cuando Podemos prefiere al tirano a la gente que pasa hambre se deslegitima como fuerza democrática.

-Han pedido, sin éxito a la UE, que hiciera algo al respecto...

-Hemos pedido a la UE que se retire del grupo de contacto. Vamos a pedir sanciones para el ministro de Exteriores, para el canciller ilegítimo de Venezuela que nos ha impedido la entrada en Venezuela. Sanciones que incluyan la confiscación de sus bienes en la UE y, al mismo tiempo, pediremos a través del Parlamento Europeo, donde tenemos mayoría, que se le retire la acreditación a todos los embajadores de Maduro en los países europeos. De la misma manera, me he dirigido al Gobierno griego y al italiano, que aún no han reconocido a Juan Guaidó, para que sepan la calaña y el tipo de personajes malvados a los que están dando apoyo al no reconocer a Guaidó.

-¿Cuál fue la primera llamada que recibieron?

-La primera llamada que recibimos fue de Pablo Casado y la segunda del ministro de Asuntos Exteriores; también del canciller colombiano que nos ha invitado a que vayamos el sábado a la frontera junto a Colombia y Venezuela junto a cientos miles de personas que van a intentar ayudar a que pase la ayuda humanitaria. Iremos junto con senadores norteamericanos y presidentes de países de Latinoamérica. Este grupo de eurodiputados que quiso ser el primero en llegar a Guaidó va a ser invitado en Colombia. Nos han tirado el domingo, pero el sábado estamos ahí otra vez.

-¿Cuál es el mensaje que llevará el próximo sábado a esa frontera de Colombia?

-Que hoy en mi corazón la bandera de Venezuela va pegada a la bandera de España.

-Ellos no pueden hacer más...

-Ellos van a seguir luchando pacíficamente y nosotros desde fuera vamos a seguir ayudándoles. La lucha por la libertad en Venezuela empezó hace muchos años. El PP hace mucho que está en esa lucha pacífica por la libertad de Venezuela y no nos vamos a rendir y vamos a seguir.

-¿Se va a tomar alguna medida más, en cuanto a España se refiere...?

-A nivel España el ministro de Exteriores ha condenado lo que nos han hecho. El embajador de España nos ha respaldado y se portó como lo mejor que se puede esperar de un embajador. No tengo más que palabras de agradecimiento para el comportamiento del embajador de España y lo único que sí, la UE debe retirarse del grupo de contacto y dejar de tratar a Maduro que es un ocupa del poder. Hoy Maduro tiene secuestrado a su país y cuando intentas hablar con su país, no te deja.