Grecia aventura problemas si no se aceptan sus planes

El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, amenaza al Eurogrupo con convocar nuevas elecciones o un referéndum para votar la continuidad del país en el euro.

Hace apenas dos semanas, una sensación de relativa tranquilidad se sintió en la eurozona una vez que el Eurogrupo decidió aprobar una prórroga de cuatro meses del rescate a Grecia. Muchos entonces pensaron que las diferencias con los griegos podrían descansar cómodamente hasta finales de junio gracias a un acuerdo que, no sin un tono conciliador, llevó incluso al ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, a confiar que «estamos empezando a ser coautores de nuestro destino».

Sin embargo, el caos ahora es mayor que nunca. «No saben lo que hacen», se podía leer ayer en la versión digital del periódico alemán «Frankfurter Allegemeine Zeitung», junto a una foto de un mediático Varufakis que en su conjunto –titular e imagen– condensa el estupor de buena parte de la prensa germana que, a la dificultad presupuestaria de Grecia o a la pregunta sobre si sus funcionarios podrán cobrar sus sueldos, responde con críticas a la posibilidad, lanzada por este ministro, de celebrar nuevas elecciones o incluso un referéndum sobre su permanencia en el euro si Grecia no alcanza un acuerdo con los socios de la eurozona.

Calentar la reunión

Varufakis se ha propuesto tensar la reunión del Eurogrupo que arranca hoy en Bruselas y en la que se abordará el plan de seis reformas que propone el Gobierno griego, o así se puede deducir de las declaraciones que hizo y que publicó ayer el periódico italiano «Il Corriere della Sera». En ellas asegura que si no se acepta el plan propuesto por Grecia «podría haber problemas. Como ya ha dicho el primer ministro (por Alexis Tsipras), no estamos pegados a los asientos. Podemos celebrar de nuevo las elecciones. Podemos convocar un referéndum sobre el euro», afirma Varukafis.

El titular de Finanzas rechaza la posibilidad de que el Estado heleno pueda pedir un nuevo préstamo a sus socios europeos porque lo que quiere su país es que la Unión Europea (UE) y Grecia alcancen un acuerdo que permita a este último país «crecer y terminar con la crisis humanitaria» que sufre. Con todo, el Gobierno de Tsipras acude hoy al Eurogrupo con una serie de propuestas con las que esperan convencer a sus socios y así apoyar un desembolso parcial de las ayudas pendientes o elevar la emisión de deuda a corto plazo, para que Grecia pueda de esa forma hacer frente a sus problemas de liquidez.

Fuentes gubernamentales señalaron que el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, respondió «positivamente» a la carta que le envió el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, el pasado viernes con detalles sobre algunas de las reformas que planea, entre ellas la mejora de la recaudación del IVA mediante patrullas particulares y que, según algunos medios, no satisfacen a Bruselas. Asimismo, entre los puntos que Varufakis estaría analizando mejorar figuran algunos que han provocado críticas dentro del izquierdista Syriza, como son eliminar algunos de los tipos reducidos del IVA o sacar adelante alguno de los proyectos de privatización, cuyos concursos públicos ya se han cerrado pero que todavía no se han puesto en marcha.

Sólo intenciones

Unas reformas consideradas como insuficientes, o así lo asegura el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro y el Diálogo Social, el letón Valdis Dombrovskis, en declaraciones al «Frankfurter Allgemeine Zeitung». La carta no contiene más que una declaración general de intenciones, subraya el vicepresidente de la CE.

En cualquier caso, y a pesar de la advertencias de Varufakis, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker –en declaraciones publicadas ayer por el diario alemán «Die Welt»–, descarta categóricamente una salida de Grecia del euro y asegura que «nunca habrá un ‘Grexit’. Ningún responsable político en Europa está trabajando en la salida de Grecia de la zona euro. El país es y seguirá siendo miembro de la unión monetaria», asegura Juncker, que además añade que «una salida de Atenas dañaría de forma irreparable la imagen de toda la Unión Europea en el mundo».

Tampoco hay indicios de que la eurozona vaya a adelantar algún tramo del rescate pendiente por un total de 7.200 millones de euros, como tampoco hay señales de que el Banco Central Europeo (BCE) vaya a permitir a Grecia elevar el techo de emisión de Letras del Tesoro para poder financiarse a corto plazo. El BCE ha dejado claro que los tratados impiden elevar este límite de 15.000 millones de euros, que Grecia ya ha agotado y que solicita aumentar en al menos 8.000 millones más.

Las reformas de España

En la reunión del Eurogrupo también se abordará el estado del rescate a Chipre, en cuyo caso está aún bloqueado el próximo desembolso por problemas con la legislación sobre desahucios. Por otra parte, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha sido invitado a exponer a sus homólogos las reformas que ha llevado a cabo España en los últimos años, con un énfasis en los servicios, porque el país es considerado «un ejemplo para otros» que van más retrasados, según el ministerio de Economía.

Para el martes, está previsto que los ministros de Economía de la UE discutan sobre los desequilibrios estructurales de los estados miembro y, en concreto, de ofrecer a Francia dos años más de plazo, hasta 2017, para reducir el déficit por debjo del 3% del PIB.