Grecia descabeza a la cúpula neonazi

La democracia griega abrió ayer un nuevo capítulo en su historia tras la detención de la cúpula política de uno de sus grupos parlamentarios, acusada de ser partícipe del asesinato de un joven músico el pasado 17 de noviembre. A la inestabilididad gubernamental, económica y social del país se suma ahora un hecho sin precedentes en el Consejo de los helenos. A primera hora de ayer, la Fiscalía emitió una orden de arresto contra 32 miembros del partido Amanecer Dorado, que cuenta con 18 escaños y que fue elegido por primera vez en las urnas en las elecciones de mayo de 2012. Entre ellos, el ex militar y líder del partido, Nikolaos Mijaloliakos, su portavoz paralamentario, Ilyas Kasidiaris, y otros cuatro diputados. Todos ellos están acusados de establecer una organización criminal a la que se le imputan 10 asesinatos, intentos de homicidio, atentados y agresiones.

Lo que desató esta macrooperación fue la muerte de un joven de 34 años, Pavlos Fyssas, hace una semana a manos de ultraderechistas, que ha provocado una oleada de protestas en las calles para frenar a estos movimientos radicales que cada vez tienen mas presencia en Atenas desde que comenzó la crisis. El autor confeso del asesinato, Yorgos Rupakiás, estaba vinculado con Amanacer Dorado, y han sido precisamente las llamadas telefónicas intercambiadas entre miembros de este partido en el Parlamento y Rupakiás, así como fotografías en las que aparecen juntos, las que han llevaron a la Policía a abrir una investigación. La primera detención fue la del líder del partido neonazi, al cual arrestaron en su domicilio, donde encontraron un revólver, una pistola y una escopeta (todas ellas carecían de licencia), así como 43.100 euros en efectivo. Dos de los diputados se entergaron voluntariamente en la Dirección General de Policía, mientras que el número dos de la organización, Jristos Papás, permanecía en paradero desconocido al cierre de esta edición, al igual que otros 12 imputados. «Las ideas no pueden ser ser encarceladas, seguiremos luchando por ellas y no daremos marcha atrás», aseguró el diputado ultraderechista Artemios Matzeópulos. Unas declaraciones similares a las del resto de los miembros del partido y simpatizantes, cuya estrategia ahora es culpar al «sistema corrupto» que según ellos lo único que busca es erradicar su formación.

La violencia ha sido la tónica general de esta formación fascista. En 2012, durante la campaña electoral, Ilyas Kasidiaris protagonizó un bochornoso episodio durante uno de los debates electorales en televisión, cuando en directo arrojó un vaso de agua al rostro de la diputada Rena Dourou, del partido de izquierdas Syriza y a continuación no tuvo ningún reparo en abofetear a otra rival del Partido Comunista. Lejos de arrepentirse, acusó a la organización del encuentro de haberle incitado a realizar estos actos. De hecho, hasta el momento, el grupo neonazi ya tenía abierto más de treinta casos de actos violentos. De igual modo, el fiscal ha ordenado abrir una nueva investigación sobre la financiación del partido por presunto blanqueo de dinero. En la detención de ayer también figuraban varios miembros de las Fuerzas de Seguridad (Policía y Ejército) por presuntas vinculaciones con los neonazis, que hasta ayer ya habían producido hasta 20 dimisiones en ambos cuerpos.

Por su parte, desde el Gobierno griego se definió esta operación como una demostración de que «nuestra democracia es fuerte» y se negó la posibilidad de que sea necesario convocar elecciones para así también tranquilizar a la troika, que vigila de cerca los movimientos del país, pendiente de un posible tercer rescate. «En Grecia no hay lugar para organizaciones criminales», espetó el ministro de Orden Público, Nikos Dendias.

El ascenso de los extremistas

Amanecer Dorado lleva en activo desde 1980, aunque no fue hasta las elecciones de 2012 cuando entró a formar parte del Parlamento griego con el 6,9% de los votos, lo que le otorgó 18 escaños en la cámara. La práctica totalidad de sus votantes provienen de circuscripciones muy pobladas como Atenas, Salónica o El Pireo. En estos momentos, las encuestas la sitúan en la tercera fuerza política dentro del Parlamento con una intención de voto entre el 7 y el 15%. Antes de conseguir representación en Consejo de los Helenos sí se que se hizo con con una plaza en Consejo Municipal de Atenas en 2010. Aunque el respaldo más notorio ha sido a nivel nacional. Ha pasado de tener 4.487 votos en 1996 a 441.018 en las últimas elecciones. «Tenemos una influencia por encima del 20% y eso ha provocado el pánico del sistema político corrupto», espetó el diputado ultraderechista, Artemios Matzeópulos, a las puertas de la Dirección General de Policía donde permanecían detendios los miembros de la cúpula de su partido.