Violencia callejera

Grupos radicales se lanzan a la caza de «no alemanes»

Manifestación de un grupo vinculado a la asociación extremista Pegida ayer en la ciudad alemana de Leipzig
Manifestación de un grupo vinculado a la asociación extremista Pegida ayer en la ciudad alemana de Leipziglarazon

Dos paquistaníes y un sirio, heridos graves en un ataque en Colonia organizado en las redes sociales bajo la consigna de «limpiar las calles»

El centro de Colonia vuelve a ser escenario de actos de violencia diez días después de los ataques a más de 500 mujeres durante las celebraciones de Año Nuevo. Ayer, tres inmigrantes fueron brutalmente golpeados por motivos «xenófobos» cerca de la estación central de tren de la ciudad fluvial. Los ataques fueron perpetrados por «un grupo de hinchas y rockeros», en principio sin una afiliación política determinada, a la búsqueda de venganza por las agresiones a mujeres en Colonia. De acuerdo a un portavoz policial, buscaban tomarse «la justicia por su mano». Los veinte asaltantes se lanzaron por la tarde sobre un grupo de seis paquistaníes, de los cuales dos tuvieron que ser hospitalizados con lesiones corporales graves. Algunos minutos más tarde, un ciudadano sirio de 39 años fue golpeado por seis personas de identidad aún desconocida. Las primeras conclusiones de la Policía apuntan a que los agresores se habían organizado a través de las redes sociales con el objetivo de «limpiar las calles de no alemanes». Las fuerzas del orden colonesas, que han reforzado su presencia en el centro de la ciudad, aseguran que se trata de «una señal alarmante que tenemos que tomar en serio».

Mientras, las autoridades alemanas temen que la venganza se extienda a otras ciudades y siguen investigando qué ocurrió realmente en Nochevieja, tanto en Colonia, donde las denuncias se han duplicado en 24 horas, llegando a 516, como en otras ciudades como Hamburgo, donde ya se registran 130 denuncias. La afirmación de que la gran mayoría de los sospechosos son «de origen extranjero» y que entre ellos hay «numerosos refugiados», según Ralf Jäger, ministro del Interior del Estado de Renania del Norte-Westfalia, no hace sino avivar las tensiones en el país y aumentar la presión sobre Angela Merkel, promotora de la «cultura de la bienvenida» al inmigrante.

Al igual que su homólogo federal, Thomas de Maizière, Jäger insistió en el «peligro» de «señalar a un grupo entero como agresores sexuales». Sólo dos días antes, en la manifestación del movimiento antimusulmán Pegida, se leían pancartas con brutales mensajes como «Refugiados, violadores». Jäger, además, reconoció abiertamente el gran error cometido por la Policía en Nochevieja. La pasividad de las Fuerzas de Seguridad causó la destitución del jefe de la Policía de Colonia, Wolfgang Albers. «La imagen que dio la Policía es inaceptable», confesó el titular renano del Interior. Según el político, los responsables de la seguridad cometieron el grave error de no solicitar refuerzos, sumado a la equivocación de guardar silencio varios días después de lo ocurrido. Ayer unos dos mil seguidores de Pegida volvieron a salir a la calle en Leipzig para protestar contra la acogida de emigrantes.

Los inmigrantes de Colonia temen las consecuencias que puede generar estar en el centro del debate. «Mi primera reacción, al enterarme de lo sucedido por la televisión, fue pensar que ahora los alemanes iban a odiarnos», se lamentó Asim Vllaznim, un solicitante de asilo sirio. Ayer, varios refugiados se manifestaron frente a la Universidad de la ciudad con pancartas en alemán para pedir que no se les tachara de criminales sólo por su país de procedencia y para condenar las agresiones de Nochevieja.