Mali

Hollande saca pecho en la Fiesta Nacional francesa

Hollande saca pecho en la Fiesta Nacional francesa
Hollande saca pecho en la Fiesta Nacional francesalarazon

Al final, el peso de la tradición ha podido con François Hollande. No es que el presidente francés se opusiera a la preceptiva entrevista del 14 de Julio, día de la Fiesta Nacional, sólo por romper con los usos de sus predecesores, y, en particular, con Nicolas Sarkozy, sino que dudaba sobre la oportunidad de dirigirse directamente a los franceses. Sobre todo, cuando son escasas las buenas noticias que anunciarles. Sólo basta ver los desalentadores indicadores macroeconómicos y el desánimo cada vez más patente en los ciudadanos.

Pero no dar la cara le habría valido al líder galo, que ya sufre de una popularidad históricamente baja, ser acusado de esquivar sus responsabilidades. Así que Hollande sacó pecho, ignorando los malos vientos que soplan, para tratar de insuflar ánimo en una sociedad que, dijo, es «la más pesimista de Europa, y quizá del mundo».

El jefe del Estado galo no tenía nada nuevo que anunciar y se contentó con repasar las medidas ya tomadas en favor del empleo y la competitividad, aventurándose a confirmar que «la recuperación ya está aquí», apoyándose en el ligero aumento del consumo y un incipiente repunte de las contrataciones. Argumentos suficientes, según el mandatario, para reiterar su «compromiso» de invertir la curva del paro este año.

Si un 51% de franceses consideraba «innecesaria» esta entrevista, un 42% esperaba que el presidente hablara prioritariamente de empleo, recortes del gasto público y reforma de las pensiones. Tras imponer a los franceses el mayor ajuste presupuestario de las últimas décadas, Hollande justificó la necesidad de «seriedad presupuestaria», es decir, recortar gastos, y no pudo prometer a sus entrevistadores que no habrá más subidas de impuestos en 2014.

Preguntado por el «regreso de Sarkozy», el socialista se parapetó tras su escudo presidencial para evitar bajar a la arena política. «Bastantes preocupaciones tengo», respondió, sorteando así los obstáculos, aunque asegura «no temer» el retorno de su acérrimo rival conservador.

Antes, el presidente francés, que fue abucheado por algunos presentes, se dio un baño de multitudes tras el tradicional desfile militar en los Campos Elíseos, por donde marchó un destacamento invitado de soldados malienses junto a otras doce banderas africanas, en homenaje a la intervención en Mali. «Es una victoria que hemos cosechado» gracias a las fuerzas francesas y africanas en aquel país, aseguró ufano.