Ciencia y Tecnología
Huawei demanda a EE UU por prohibir su tecnología
El gigante tecnológico Huawei contraataca. La firma china anunció ayer que ha presentado una demanda ante un tribunal federal de EE UU contra la ley que prohíbe a las instituciones gubernamentales comprar sus productos y equipos. La compañía, que considera inconstitucional dicha norma, no ha dudado en dar mayor visibilidad a su disputa con EE UU aunque suponga un mayor escrutinio de sus prácticas comerciales y de su relación con el Gobierno chino.
Washington acusa a la empresa de Shenzhen, pionera de las redes de quinta generación 5G, de utilizar su tecnología para obtener datos confidenciales que pueden perjudicar la seguridad nacional de los países en los que opera. Para tratar de evitarlo, el Gobierno de Trump ha tratado de blindarse de puertas para adentro y hacia afuera. A nivel interno, Trump firmó en agosto la Ley de Autorización de Defensa Nacional que ahora Huawei está tratando de tumbar; y a nivel exterior, Washington ha promovido una campaña entre sus aliados para que no dejen en manos chinas la construcción de sus redes móviles de nueva generación. El secretario de Estado, Mike Pompeo, advertía a sus aliados de esta manera: «Si un país lo adopta y lo incluye en algunos de sus sistemas de información crítica, no podremos compartir información con ellos». Ahora, Reino Unido, Alemania y Canadá están revisando si los productos de Huawei representan una amenaza para la seguridad.
«El Congreso de EE UU ha fallado en repetidas ocasiones al presentar pruebas que respalden sus restricciones impuestas a los productos de Huawei, por lo que nos vemos obligados a tomar esta acción legal como último recurso», declaró ayer en rueda de prensa Guo Ping, presidente rotatorio de la firma. La demanda, que fue presentada en un tribunal de Plano (Texas), donde se encuentran los cuarteles de la compañía, forma parte de una ofensiva legal para desmontar las acusaciones de espionaje. «Esta prohibición no solo es ilegal, sino que también impide a Huawei participar en una competencia justa, perjudicando en última instancia a los consumidores estadounidenses. Esperamos el veredicto del tribunal y confiamos en que sea beneficioso tanto para Huawei como para el pueblo estadounidense», añadió.
La empresa, a la que recriminan estar al servicio de Pekín instalando «puertas traseras» en sus equipos para realizar labores de vigilancia, ha negado todas las acusaciones. Incluidos los trece cargos de fraude y espionaje industrial de los que le acusa el Departamento de Justicia. «En Huawei, estamos orgullosos de ser la empresa más abierta, transparente y escrutada en el mundo», afirmó John Suffolk, CEO de Huawei. Con esta declaración, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones de China volvía a salir al paso. A la empresa fundada por Ren Zhengfe le llueven los problemas. Uno de los que todavía queda por resolverse es el caso de Meng Wanzhou, la directora financiera de la compañía e hija de Ren. Meng fue arrestada en diciembre por las autoridades canadienses a petición de Washington, que la considera sospechosa de haber cometido fraude y violar las sanciones contra Irán impuestas por los norteamericanos. Desde entonces, permanece en Vancouver en libertad a la espera de un proceso de extradición a EE UU.
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