Elecciones en Holanda
Hundimiento de la socialdemocracia
Mientras que en casi todas las sedes electorales se celebraban los buenos resultados de la jornada de ayer, la socialdemocracia holandesa se echaba las manos a la cabeza. El partido PvdA, que está en la actual coalición de Gobierno, habría sufrido una fuerte derrota según los primeros sondeos a pie de urna. Un varapalo para una formación histórica que ha sido parte del Gobierno neerlandés 38 de los últimos 71 años. Tanto en la encuesta de Ipsos como en los primeros resultados preliminares, el Partido del Trabajo pasaba de 38 escaños a nueve, una mínima representación parlamentaria para un grupo tan importante. De segunda fuerza quedaría relegada a un séptimo puesto, es decir el 6% de los votos. «Si éste es el resultado, es un duro golpe para el PvdA», señaló a la cadena local NOS el actual ministro del Interior, Ronald Plasterk.
Por su parte, la titular de Medio Ambiente, Sharon Dijksma, definió los resultados como de desgarro en el alma del Partido del Trabajo. «No hemos sido lo suficientemente convincentes durante los últimos cuatro años», opinó la ministra socialdemócrata. Los votantes neerlandeses han castigado el suicidio político del PvdA cuando pactó la formación de Gobierno con Mark Rutte, su enemigo hasta entonces y líder del VVD. El partido que criticaba la austeridad y los recortes de la Unión Europea y apostaba por la educación, la sanidad y el I+D obtuvo la mitad de los ministerios (seis) en esta gran coalición, pero vio ante sus ojos cómo aumentaba la jubilación hasta los 67 años y se borraba la promesa de campaña de unos «Países Bajos más sociales». Por tanto, no es de extrañar, al igual que ocurrió con el Pasok en Grecia, que sus votantes tradicionales les hayan abandonado. Su voto se ha diluido entre los verdes de Groenlinks, los liberales demócratas de D66 e incluso el partido de Geert Wilders, el PVV. El viceprimer ministro y líder del partido socialdemócrata, Lodewijk Asscher, tachó la noche de «increíblemente decepcionante» para su formación. «Tenemos que respetar el veredicto de los votantes, a pesar de lo difícil que es», explicó. Asscher felicitó a sus compañeros de partido y llamó a que mantuvieran la cabeza alta. El presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas en Países Bajos, Jeroen Dijsselbloem, se mostró sorprendido por la pérdida de escaños. De confirmarse, sería su mayor derrota. Ayer el presidente de la formación, Hans Spekman, dijo que «la socialdemocracia subirá de nuevo».
Por su parte, los socialistas del SP, más radicales, aguantaron el tipo, y habrían perdido sólo un representante en el Parlamento, según esos mismos sondeos,pasando de 15 a 14.
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