Internacional
Irán captura un tercer petrolero en un mes
Este es el segundo carguero extranjero detenido en el golfo Pérsico en el último mes por contrabando.
El barco transportaba 700.000 litros de combustible de contrabando, según un comunicado de la Fuerza Naval de la Guardia Revolucionaria iraní, que no precisó la bandera del carguero.
Más que una crisis en el Golfo Pérsico hay una guerra declarada por parte de Irán que ha decido capturar los barcos petroleros occidentales que cruzan por sus aguas. En menos de un mes la fuerza naval de Guardia Revolucionaria iraní ha confiscado tres buques con bandera extranjera. El último de ellos, hoy.
El barco del que no se ha revelado su procedencia ni la nacionalidad de la tripulación transportaba 700.000 litros de combustible de contrabando fue detenido cerca de la isla Farsi, según un comunicado de este cuerpo militar de élite.
En la nota se especifica que, tras recibir la autorización judicial pertinente, se procedió a la detención "sorpresa"de la embarcación, que fue trasladada al puerto iraní de Bushehr y su carga, entregada a la Compañía Nacional de Distribución de Petróleo.
Según la televisión iraní, los siete tripulantes de carguero fueron detenidos también cuando se dio el alto al barco el miércoles por la noche.
La Quinta Flota de Estados Unidos, con sede en Bahréin, dijo no tener información para confirmar las noticias. Tampoco expertos en tráfico marítimo pudieron ofrecer información de inmediato sobre el incidente.
Esta nueva demostración de fuerza de la guardia pretoriana iraní eleva la tensión creciente en el Estrecho de Ormuz, donde tanto EEUU como el Reino Unido han propuesto enviar una coalición naval para escoltar a los barcos.
El contrabando ilegal de combustible es una preocupación para Teherán, pero los barcos petroleros capturados en el últimas semanas tienen otra lectura. Es una medida de presión por parte del gobierno iraní a Europa para que Reino Unido libere al “Grace I” retenido en el Estrecho de Gibraltar desde hace un mes por haberse saltado las sanciones de la UE:
La fuerza paramilitar iraní detuvo el 18 de julio un petrolero con base en Emiratos Árabes Unidos, el MT Riah, con bandera panameña, por supuestamente llevar de contrabando en torno a un millón de litros de combustible proporcionado por contrabandistas iraníes para compradores extranjeros. La semana siguiente, Irán detuvo un buque cisterna de bandera británica, el "Stena Impero", por incumplir las normas de navegación, algo que Londres niega.
La crisis comenzó después de la decisión del presidente Donald Trump de desvinculares del acuerdo nuclear de 2015. Esto supuso la vuelta a las sanciones económicas sobre Irán lo que ha provocado la devaluación del Rial iraní y una fuerte crisis económica. La republica islámica esperó que sus socios europeos ofrecieran alguna solución que ayudase a aliviar la economía iraní.
En la última reunión en Viena para salvar el pacto nuclear, después de que a Irán se le “agotara la paciencia” y decidiese rescindir algunos de sus compromisos nucleares, el negociador iraní, Abbas Araghchi, pidió que se reconozca el derecho de Irán a seguir vendiendo petróleo. Una demanda que se presenta de momento imposible después de que Washington pusiera fin a las excepciones para comprar crudo a Irán.
Ante la vacilación de los europeos, Teherán decidió superar los límites de almacenamiento y enriquecimiento de uranio fijados en 2015 y reactivar el reactor de agua pesada de Arak, paralizado en 2016 por el acuerdo.
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