Política

Liga Árabe

Israel abre un nuevo frente en la guerra de Siria

Soldados israelíes permanecen en sus carros de combate cerca de la frontera siria
Soldados israelíes permanecen en sus carros de combate cerca de la frontera sirialarazon

Israel reaccionó ayer con cautela a la afirmación generalizada en la región y en Estados Unidos, según la cual fue la artillería israelí la que lanzó el sábado por la noche un potente ataque contra tres blancos en Siria, cerca de Damasco, destruyendo misiles de largo alcance destinados a Hizbulá, que habían llegado desde Irán, al parecer, hace una semana.

Baterías de proyectiles antimisiles «Cúpula de hierro» fueron emplazadas en las inmediaciones de Haifa y Safed, ante la posibilidad de que Siria o su aliado Hizbulá decidan responder con misiles. Por orden de las Fuerzas de Defensa de Israel, las autoridades han cerrado hasta el jueves el espacio aéreo en el norte del país. Los municipios de esta zona han comenzado a revisar la situación de sus refugios por si fuera necesario resguardarse en ellos ante ataques desde alguno de los países vecinos.

Las autoridades de Israel mantenían ayer silencio sobre el ataque de anteanoche, sin que parezca que se esfuerza en desmentir categóricamente que se trató de una operación israelí. «Es bueno que el mensaje sea claro y sea transmitido como debe», declaró ayer el diputado israelí Amir Peretz, miembro de la coalición de Gobierno y ex ministro de Defensa. Sin decir que no fue Israel y, al mismo tiempo, sin confirmarlo explícitamente, habló ayer Benjamin Netanyahu, el primer ministro, quien declaró tras una ceremonia en recuerdo de su padre: «Él me enseñó que hay que trabajar todo el tiempo para fortalecer la seguridad de Israel. Y eso es justamente lo que hacemos».

Dado que el interés de Netan-yahu es frenar el envío de armas a Hizbulá –sin complicarse en una guerra abierta contra Siria ni tampoco crear una situación en la que Hizbulá decida atacar–, Israel intenta maniobrar entre la normalidad y la tensión.

«Bibi» convocó ayer una reunión especial de su Gabinete para evaluar la situación, pero no canceló su planeado viaje a China. El punto de vista israelí es que no parece probable que, en este momento, el presidente sirio, Bachar al Asad, reaccione al ataque atribuido a Israel, debido a la situación interna en Siria. Israel, sin embargo, no descarta nada y por eso ha tomado ciertas medidas de seguridad.

A diferencia de dos ataques anteriores atribuidos a Israel (en enero y el jueves de la semana pasada), esta vez Siria sí lo acusó directamente de los mismos. «Esto abre todas las opciones», declaró el ministro de Información sirio, Omran al Zuabi, agregando que «la agresión de Israel puede empeorar más aún la situación en la región» y que «Israel está ayudando a la yihad mundial». No hizo mención alguna a la matanza de civiles en la zona de Banias –al parecer perpetrada por enviados del régimen y por miembros de Hizbulá–, sino que se refirió únicamente a los ataques con misiles que habría realizado Israel cerca de la capital.

Por su parte, los rebeldes sirios anti Asad condenaron el ataque israelí, pero aclararon –en referencia a los misiles iraníes destruidos– que «estas armas iban a ser utilizadas contra nosotros».

En lugar de guardar silencio, en esta ocasión Siria sí ha decidido hablar sobre este asunto. Ello podría deberse al daño que la ofensiva puede haber causado. El vicecanciller sirio, Faisal Mekdad, fue más explícito al alegar que «el ataque es una declaración de guerra por parte de Israel». Diferentes fuentes en la zona aseguraron que «Siria va a responder» y que «tiene misiles apuntando a Israel», pero nadie lo confirmó oficialmente.