Istúriz, el enviado chavista para mediar con la MUD

El vicepresidente ejecutivo del Gobierno, Aristóbulo Istúriz, fue el tercer protagonista de la Memoria y Cuentas. Tanto Nicolás Maduro como el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, alabaron su rol al frente del engranaje del oficialismo. Maduro designó a Istúriz «por su capacidad de diálogo y entendimiento» como encargado de encabezar el consejo nacional para la economía productiva, la estructura anunciada por el presidente para aglutinar a todos los poderes fácticos del país y aplicar el decreto de emergencia. En una segunda ocasión, Maduro agradeció al vicepresidente ejecutivo su labor de autocrítica en el reciente Consejo de Ministros. En su turno de réplica, Allup celebró el nombramiento de Istúriz para ocupar un cargo preponderante en el gabinete de Gobierno. Este político de 69 años militó hasta el 1996 en Acción Democrática (AD), el partido socialdemócrata que se alternó el poder junto a los conservadores durante tres décadas, y al cual pertenece el opositor Ramos Allup. «Conoce bien ambos lados; eso es una ventaja», comenta a este diario el politólogo Piero Trepiccione, quien define a Istúriz como «el chavista menos chavista».

Luego fundó un partido de centro-izquierda y se dedicó a la lucha sindical, donde destacó por su mediación entre las diferentes partes. «Siempre fue un referente para todos nosotros», subrayó Maduro el día de su nombramiento, «la revolución siempre lo ha puesto en la trinchera de avance y siempre en circunstancias difíciles». Istúriz asumió la responsabilidad «plena» de la derrota electoral y fue el primer dirigente chavista en renunciar a su cargo. Para Trepiccione, «es el hombre clave para alcanzar el entendimiento, puede ser el principio de la solución». Por su moderación y pasado político, el vicepresidente ejecutivo de Maduro se erige como una pieza clave para una tarea titánica: un acercamiento entre opositores y oficialistas.