Videos

Japón recuerda la tragedia de 2011 mientras prepara la reactivación nuclear

Los empleados de Tokyo Electric Power Co. (TEPCO) guardan un minuto de silencio a las 2:46 pm hora local en la sede de TEPCO en Tokio
Los empleados de Tokyo Electric Power Co. (TEPCO) guardan un minuto de silencio a las 2:46 pm hora local en la sede de TEPCO en Tokiolarazon

Japón conmemoró hoy el cuarto aniversario del terremoto y el tsunami que arrasaron el noreste del país y causaron la catástrofe nuclear de Fukushima, mientras se prepara la reactivación de las primeras plantas atómicas tras el accidente. A lo largo de todo el país se celebraron emotivos actos en recuerdo a las más de 18.000 víctimas que causó la tragedia, la más grave que ha azotado a Japón desde la II Guerra Mundial. El más importante de estos homenajes tuvo lugar en el Teatro Nacional de Tokio, y contó con la participación del emperador Akihito, del primer ministro japonés, Shinzo Abe, y de familiares de las víctimas del desastre.

Además, en las localidades del litoral noreste del país, la zona más castigada por la ola gigante, se repitió la misma escena de residentes guardando un minuto de silencio mientras sonaban las sirenas que alertan en caso de tsunami.

Todos los actos se celebraron de forma coordinada a las 14.46 hora local (05.46 GMT), momento en el que se registró hace cuatro años el terremoto de 9 grados en la escala abierta de Richter que originó la catástrofe.

El seísmo provocó un tsunami que superó los 20 metros de altura en algunos puntos, y ambos dejaron un balance de 15.891 muertos y 2.584 desaparecidos, según los últimos datos divulgados por la Agencia Nacional de Policía.

Cuatro años después, prosiguen las tareas para dejar atrás los efectos de la catástrofe, y continúan sin poder volver a sus hogares más de 228.000 evacuados por los daños causados por el tsunami o por la contaminación radiactiva emanada de Fukushima.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, afirmó que la reconstrucción "sigue en marcha"y "está entrando en una nueva fase", durante su discurso en la ceremonia de hoy.

No obstante, recordó a "aquellos que no han podido retornar a sus casas por culpa del accidente en la central nuclear"y reconoció "que unas 230.000 personas aún viven en condiciones difíciles".

El emperador de Japón también afirmó le "duele el corazón"cuando piensa en la cantidad de gente "que aún no sabe cuando podrá regresar a su hogar".

Asimismo, a raíz del accidente el país mantiene apagados sus 48 reactores nucleares, aunque el Gobierno ha impulsado la reactivación de aquellos que cumplan los nuevos requisitos de seguridad de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA).

Está previsto que dos plantas retomen su actividad este mismo año, a pesar de que la energía nuclear cuenta con el rechazo mayoritario de la población nipona, según reflejan las últimas encuestas.

Hoy mismo, el presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA), Shunichi Tanaka, afirmó que la citada central aún plantea "numerosos riesgos", en una junta de este órgano celebrada con motivo del aniversario de la tragedia.

"Unos cuantos accidentes y problemas se han producido en la planta de Fukushima en el último año, y tenemos que aceptar que esto genera ansiedad y enojo en la gente de la zona", indicó el presidente de la NRA.

La operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha informado en las últimas semanas sobre nuevas fugas de aguas radiactiva al mar, mientras que en 2014 se produjeron varios incidentes similares y fallos en los sistemas de depurado de líquido contaminado.

Las emisiones y vertidos de agua contaminada han causado graves pérdidas a la ganadería, la agricultura y la pesca local, y aún impiden retornar a sus hogares a más de 70.000 personas que vivían cerca de la planta.

TEPCO afronta ahora la fase técnicamente más compleja de las tareas de desmantelamiento de la central, que podrían prolongarse entre 30 y 40 años.

El Gobierno nipón, por su parte, encara un año clave para convencer a la opinión pública de que la energía nuclear es segura y necesaria para la economía nipona, que desde el apagón nuclear arrastra un déficit comercial creciente debido a las importaciones de hidrocarburos para centrales térmicas.