Juegos de guerra de un Maduro aislado

El régimen bolivariano moviliza a 900.000 militares y milicianos con tecnología rusa y china en unos ejercicios inéditos contra la amenaza de intervención del presidente norteamericano.

Nicolás Maduro sacó ayer su musculo militar a las principales calles de Venezuela como muestra de su deriva autoritaria de los últimos meses y a propósito de la advertencia que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de no descartar una intervención militar en el país suramericano. «Vamos a derrotar la amenaza militar del imperialismo norteamericano. Trump, Go home. Que se escuche hasta Washington», afirmó el pasado 14 de agosto Maduro al tiempo que convocó a prácticas militares para hacer frente a una posible invasión.

Armamento, tanquetas, misiles, aviones tipo sukhoi, marcha de efectivos, apresto operacional y defensa de la frontera, fue parte de la exhibición que hizo la Fuerza Armada Bolivariana, ayer, en su primer día de ejercicios bajo el nombre Soberanía Bolivariana 2017. Primero se dedicaron al registro de las acciones y hoy realizarán los ejercicios de mayor fuerza de acción especial.

El Gobierno venezolano anunció que en las prácticas militares participarían cerca de un millón de personas; más de 200.000 efectivos a las Fuerzas Armadas y el resto civiles «preparados para empuñar las armas», pertenecientes a los programas ideológicos y a los sectores sociales. Es por ello que en las actividades preparatorias entregaron a los miembros de la milicia, cuerpo de defensa de civiles que creó el ahora fallecido presidente Hugo Chávez; cascos, uniformes, fusiles y mensajes alusivos a la defensa de la soberanía, para que los emplearan en una marcha que se realizó en Caracas en rechazo al «imperialismo norteamericano». «Está inscrito en nuestra Constitución: somos una República independiente y soberana. Debemos entender el concepto amplio de lo que es soberanía, la capacidad de un Estado, de una nación y de su gobierno de tomar sus propias decisiones. Esta patria va a seguir el rumbo que decidan los propios venezolanos y las propias venezolanas. A mayor democracia en Venezuela, el imperio responde con más agresión. Con su doble moral, dicen que hay una crisis humanitaria en Venezuela, pero ellos responden a esa supuesta crisis con un bloqueo económico. La Fanb estará acompañando todas las medidas que se pongan en práctica para contrarrestar este bloqueo financiero contra el pueblo de Venezuela», sentenció Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, durante el inicio de las maniobras. Por su parte, no descarta que las prácticas sean permanentes.

Trabajadores del sector público, cuerpos de seguridad como la policía científica, la policía política, estudiantes universitarios y miembros de los Consejos Comunales fueron llamados a participar en el ejercicio militar. Una miliciana, quien prefirió resguardar su identidad, precisó que por ser de la tercera edad (72 años), la persona encargada de controlar las actividades del Partido Socialista Unido de Venezuela en su parroquia le dijo que debía participar, porque de lo contrario perdería los beneficios sociales como la pensión y la caja de comida distribuida por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). «Tuve que ir. Nos dieron toda la ropa y eso, aunque no comida», agregó la informante.

No es la primera vez que Venezuela hace una práctica similar. La anterior fue a principios de año, después de que el Gobierno de Estados Unidos decidiera extender el decreto en el que calificaba al Gobierno venezolano como una amenaza inusual y extraordinaria para la economía de ese país. En ese momento hubo un despliegue de unos 120.000 efectivos militares. Esta vez ha querido elevar el número a su máximo potencial. Mientras Maduro intenta demostrar fuerza y poderío con las armas adquiridas a Rusia y China, hay total opacidad respecto a la inversión que se hizo para la logística y movilización en las prácticas militares, así lo señaló Rocío SanMiguel, directora de la Organización No Gubernamental Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional. A su juicio, con el despliegue, el Gobierno sólo busca hacer propaganda. En el presupuesto de la Nación para 2017, el Ministerio de la Defensa fue el cuarto despacho en recibir más inversión. Unos 761.811 millones de bolívares. Sin embargo, para la organización Transparencia Venezuela, en términos reales, el gasto en defensa en 2017 disminuyó a medida que los recursos destinados para seguridad interna y orden público, derivando que en términos presupuestario es más relevante para las autoridades del país el gasto militar a la seguridad de los ciudadanos. El diputado y vicepresidente de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, Armando Armas, señaló a LA RAZÓN que con los ejercicios militares el Gobierno pretende amenazar a la gente. «Ese acto es una bravuconada. No es para hacer entender al mundo que ellos (gobierno) pueden enfrentar una eventual invasión militar, sino para aplicar terror psicológico en contra de la población teniendo a las fuerzas militares, a los colectivos armados en la calle y buscando infundir pánico en contra los ciudadanos», sentenció el parlamentario.

Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Caracas hizo un llamamiento a sus ciudadanos en el país a evitar los lugares donde se desarrollarían los ejercicios. «Se insta a los ciudadanos estadounidenses a mantener un alto nivel de vigilancia», recomiendan conscientes de que están en la diana.