Irán
Juicio a puerta cerrada contra el periodista de EE UU acusado de espionaje
Diez meses después de haber sido encarcelado, acusado de espionaje por las autoridades iraníes, ayer, el periodista irano-estadounidense Jason Rezaian, de 39 años, compareció ante la sección 15 del Tribunal de la Revolución. Un juicio que se produce en medio de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní. A puerta cerrada, este reportero de «The Washington Post» defendió su inocencia ante las acusaciones de la Fiscalía de Teherán de haber recolectado información sobre temas de política interior y exterior del régimen iraní. «Le acusan de recopilar información clasificada, de escribir una carta al presidente de EE UU y de emitir propaganda contra el régimen iraní», explicó Leila Ahsan, abogada de Rezaian, que protestó por la ausencia de garantías sobre los derechos fundamentales de su cliente durante el proceso.
«Desde el 22 de julio, Irán sólo ha demostrado injusticia en este caso. Durante meses, nuestro compañero ha estado encerrado en una de las prisiones más conocidas del país, la de Evin. Sólo se le ha permitido reunirse con su abogada en una ocasión y ha sido castigado con largos periodos de confinamiento en solitario, lo que ha hecho mella en su estado de salud mental y física», explica a LA RAZÓN Douglas Jehl, editor de Exteriores de «The Washington Post». Rezaian y su esposa fueron detenidos en su domicilio junto a otra fotógrafa del mismo medio norteamericano y su marido. Todos han sido liberados, salvo Rezaian. Además, como los ayatolás no reconocen la doble nacionalidad, el periodista no ha podido recibir asistencia consular. «El hecho de que el juicio se celebre a puerta cerrada no nos da ninguna confianza y nos da la impresión de que el veredicto será injusto. Todas las acusaciones son absurdas», añade Jehl. En estos momentos en Irán hay 65 periodistas encarcelados, acusados de «atentar contra la seguridad nacional».
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