La alargada sombra de Peres

- ¿Qué rol juega el presidente israelí en la vida política nacional?

–Es el jefe de Estado oficial, como el Rey de España, pero a efectos prácticos, no es vital. Después de las elecciones, el presidente es el primero que designa a uno de los miembros del Parlamento, la Knesset, a que forme gobierno. Pero en verdad, no suele haber mucha duda de quién tiene posibilidades de formar una coalición. Aun así, si el primero no pudiera, el presidente nominaría a un segundo. Generalmente no hay problema, pero en algún caso, cuando no está del todo claro, el presidente sí tiene cierta influencia sobre dicho proceso. Otra función relevante es la de perdonar a criminales. Algo que puede ser clave en las negociaciones para la liberación de presos. En el caso del soldado Gilad Shalit, fue el presidente quien tuvo que perdonar oficialmente a los detenidos, pues, de lo contrario, no podían ser excarcelados. Él tiene la autoridad legal. Aun así, el propio Gobierno, el Ministerio de Justicia, también tiene que dar su aprobación. En definitiva, su autoridad está muy limitada, pero simbólicamente es muy importante porque se trata del hombre que está por encima de la política y que simboliza el Estado.

- ¿Podrá Reuven Rivlin alcanzar la estatura de su antecesor, Simon Peres, o quedará preso por la alargada sombra del Nobel de la Paz?

–Extremadamente difícil. Peres ha vivido una interesante metamorfosis. Durante muchos años, como líder político –fue primer ministro en dos ocasiones– polarizó a los israelíes. Fascinaba a la izquierda y encendía a la derecha. Estuvo en política durante muchísimos años, empezó muy joven y antes de los 30 ya tenía un papel muy destacado en el Ministerio de Defensa. Pero cuando se convirtió en presidente, es cuando realmente los israelíes han empezado a apoyarle, porque está por encima de la política. Peres es Nobel de la Paz y es una figura conocida internacionalmente, por lo que se convirtió en un presidente muy efectivo como imagen. Incluso en alguna ocasión ha eclipsado al primer ministro, porque determinados mandatarios extranjeros perefían reunirse con él. También ha gozado del respaldo de la opinión pública, por lo que va a ser un gran reto para Rivlin.

*Investigador del Saban Center en Brookings Institution. Preguntas de E.S.S