Represión en Venezuela
La apertura de la frontera da oxígeno a los venezolanos
El acuerdo firmado con Colombia aliviará la situación de desabastecimiento que golpea al país
Mientras en Venezuela el fantasma del estallido social se agita, crecen los reclamos internos por el desabastecimiento y las presiones externas, el presidente Nicolás Maduro se tomó un respiro para reunirse con su par de Colombia, Juan Manuel Santos. Venezuela y Colombia acordaron el jueves una apertura gradual y controlada la frontera a partir del 13 de agosto, con lo que esperan dar por superada la crisis que se desató hace casi un año con el cierre de los pasos fronterizos.
Maduro y Santos decidieron comenzar el proceso hoy con la apertura de un paso peatonal durante 15 horas en los puentes internacionales Simón Bolívar, Unión y José Antonio Páez, y los pasos fronterizos de Paraguachón y Puerto Carreño.
"Será una apertura transitoria mientras vamos aprendiendo y vamos acoplando las decisiones para que cada paso que demos sea un paso certero, un paso positivo", dijo el mandatario colombiano tras un encuentro por casi tres horas con Maduro en las instalaciones de un complejo hidroeléctrico de la ciudad suroriental de Puerto Ordaz, estado Bolívar.
Santos indicó que se decidió la creación de un documento especial para los habitantes de la frontera, denominado "facilitación fronteriza", que servirá como un control migratorio y permitirá agilizar el paso peatonal.
Tras el cierre hace casi un año, las autoridades de ambos países permitieron el 10, 16 y 17 de julio la reapertura por algunas horas del paso fronterizo entre la localidad venezolana de San Antonio del Táchira y la colombiana de Cúcuta. Más de 300.000 personas pasaron a territorio colombiano para adquirir alimentos, medicinas y otros productos básicos que no se consiguen en Venezuela debido a la severa escasez de bienes que enfrenta el país sudamericano.
Asimismo, se acordó realizar el 23 de agosto una reunión de los ministros de los dos países para determinar las condiciones del comercio de gasolina y el suministro de gas venezolano a Colombia.
Maduro ordenó el 19 de agosto de 2015 el cierre de algunos pasos a raíz de un ataque que sufrieron tres militares y un civil en la localidad fronteriza de San Antonio del Táchira cuando realizaban operaciones de combate al contrabando. La medida que inicialmente comenzó en el estado suroccidental del Táchira luego se extendió a los estados de Zulia, Apure y Amazonas.
Las autoridades venezolanas deportaron a más de 1.000 colombianos sin residencia legal. Las acciones de Venezuela desataron una crisis diplomática que fue superada poco después luego de conversaciones que sostuvieron Santos y Maduro en septiembre en Quito.
Aislado y en crisis
El encuentro entre los dos presidentes se da en un momento en el que el líder bolivariano, Nicolás Maduro, busca apoyos internacionales. El mandatario se encuentra cada vez más aislado.
Este jueves quince países de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidieron en una declaración conjunta que no haya demora en el proceso del referendo revocatorio que promueve la oposición venezolana contra el presidente.
El Consejo Nacional Electoral anunció este martes que la recolección del 20 % de los apoyos necesarios para la convocatoria del referendo se realizará a finales de octubre, lo que la oposición denuncia como un intento de bloquear la iniciativa.
Además países como Perú –donde se encuentra el líder opositor Henrique Capriles de visita- y Argentina, han bloqueado la presidencia de Venezuela al Mercosur.
Pero sin duda el talón de Aquiles del país caribeño es la falta de insumos. Para el Director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Rodolfo Quintero de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Peña, el problema del desabastecimiento es un problema complejo que se deriva de una política económica gubernamental errada y que comprende varias aristas que están impidiendo la posibilidad de disminuir los niveles de escasez.
“Tenemos que partir de una restricción interna que es un problema de dólares. No hay dólares en la economía y esta restricción tiene un alcance vía importaciones que se deriva del acoso del gobierno hacia el sector privado”, señala Peña.
Explica que se trata de un modelo económico basado en controles y fracasado en todas partes del mundo. “Si la economía está extremadamente controlada, la respuesta inmediata es el desabastecimiento”.
En cualquier caso con el sistema productivo totalmente dañado la solución a corto plazo pasa por la importación a terceros países, es aquí donde Colombia juega un papel clave. Debido a la crisis que atraviesa el país, la administración de Nicolás Maduro genera perdidas a las empresas colombianas, pues las exportaciones cayeron en 2013 y 2014 (12% cada año). Y la situación no mejoró en el 2015, con una contracción del 40% y un 66% en lo que va de año. Sin embargo Bogotá junto con Brasil siguen siendo los principales exportadores . Venezuela depende en un 80% de las importaciones, que en buena parte subvencionadas, ofrece a la población.
Pero en Venezuela falta carne, pescado, frutas, azúcar y pan, entre otros productos básicos. Esto está creando una crisis humanitaria sin precedentes donde los ciudadanos no tienen suficientes alimentos. Los saqueos y los disturbios han golpeado al país y el declive en las importaciones de ciertos productos son impresionantes. En conclusión Colombia y Venezuela están condenados entenderse.
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