Danza
La bailarina Domnica Cemortan tenía una relación sentimental con el capitán del Costa Concordia
La bailarina moldava Domnica Cemortan ha reconocido este martes que mantuvo una relación con el capitán del crucero 'Costa Concordia', Francesco Schettino, que naufragó en enero de 2012 frente
a la pequeña isla de Giglio, en el juicio que se desarrolla en un teatro de la ciudad de Grosseto.
En un principio Cemortan no quería contestar a ninguna pregunta sobre su relación con Schettino para que "no terminase todo publicado en los periódicos, pero finalmente el juez le ha obligado a admitir su pasado junto al capitán del crucero. "Sí, he tenido una relación con el comandante", ha afirmado la bailarina moldava, según ha informado el diario italiano 'La Repubblica'.
Cuando se le ha preguntado sobre si se trató de una relación amorosa, la bailarina ha afirmado que fue "una relación sentimental"pero que después del hundimiento del 'Costa Concordia' no se han vuelto a ver.
Domnica Cemortan estaba a bordo del crucero el 13 de enero de 2012, día en el que una maniobra peligrosa cercana a la costa hizo encallar el buque. La bailarina no tenía billete y no sabía si había sido registrada en la lista de pasajeros. "Cuando eres la amante de alguien no te piden el billete", ha asegurado Cemortan. RECONSTRUCCION DEL NAUFRAGIO
La bailarina ha reconstruido ante el tribunal todo lo ocurrido en la tarde en la que tuvo lugar el naufragio. "Embarqué en el 'Concordia' el 13 de enero como pasajera. Ya conocía a Schettino. En la cena tomé un postre con el capitán, en la mesa había personas que iban y venían", ha relatado.
Ante la pregunta de si el capitán del crucero le había advertido del incidente frente a la isla de Giglio, la bailarina lo ha negado. "Schettino no me dijo nada sobre el acercamiento. No he sabido nunca nada de la trayectoria de la embarcación. Al final me invitaron a ver la isla", ha afirmado.
Cemortan ha indicado que subió en la lancha junto a personal del crucero y que pocos minutos después tuvo lugar el naufragio. "No sentí el impacto pero vi las luces de emergencia. A los diez minutos se dio la voz de alarma", ha asegurado.
A su salida del teatro Moderno de Grosseto, donde se realiza el juicio, Cemortan ha afirmado ante los periodistas que desea "comenzar una nueva vida". "Tengo una hija y hace dos años que no trabajo. Mi vida privada no cuenta en el proceso", ha asegurado.
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