Tailandia

La ex primera ministra de Tailandia se enfrenta a 10 años por negligencia

La ex primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, fue imputada hoy en el Tribunal Supremo y afronta una pena de hasta 10 años de cárcel por presunta negligencia en relación con las pérdidas y casos de corrupción en su plan de subsidios al arroz.

Yingluck, que no asistió a la vista celebrada en Bangkok ni tampoco sus abogados, reiteró su inocencia a través de su cuenta en una red social y rogó que no hubiese injerencia política durante el proceso, porque, según dijo: "no tuve derechos durante la etapa de la acusación".

Los nueve jueces que examinaron la causa hallaron fundamentos legales para acusar a la política de "negligencia en sus funciones y violación de la Ley de Prevención y Represión de la Corrupción".

El fiscal Surasak Treerattanakul defendió en rueda de prensa el procedimiento y destacó como pruebas de cargo los testimonios de la Comisión Anticorrupción y de funcionarios.

Por su parte, la acusada sostuvo que "tiene confianza en las pruebas y testigos (de descargo) que serán presentados durante el juicio".

La ex primera ministra tailandesa deberá comparecer el 19 de mayo próximo en el Supremo, cuando se dirimirá si merece la libertad, con o sin fianza, o si le imponen la prisión preventiva.

"Si la imputada desea salir (del país), el tribunal considerará si lo autoriza o no, ya que ahora se encuentra bajo el poder judicial", indicó le fiscal Surasak.

Otras 21 personas han sido acusadas de corrupción por la fiscalía en relación al citado plan gubernamental de subsidios al arroz y se enfrentan a cadena perpetua y a multas millonarias, según el diario Bangkok Post.

El grupo de imputados está formado por el ex ministro de Comercio Boonsong Teriyapirom, otros dos miembros del Gobierno de Yingluck, tres funcionarios y quince empresarios, uno de los cuales ha sido condenado ya a seis años por malversar 20.000 toneladas de arroz.

Los inculpados presuntamente se beneficiaron de una licitación fraudulenta de arroz a dos compañías chinas, según el mismo periódico.

La Comisión Anticorrupción estima que el plan del arroz causó unas pérdidas de 600.000 millones de baht (unos 18.300 millones de dólares o 17.100 millones de euros), fomentó la corrupción y perjudicó a los agricultores por el retraso de los pagos prometidos.

Yingluck, primera ministra entre 2011 y 2014, impulsó el programa de subvenciones con el objetivo de garantizar el precio del arroz mediante la compra de grano a los cultivadores.

El Gobierno de la exmandataria almacenó el producto comprado a la espera de que aumentara el precio, pero este se devaluó en el mercado internacional y Tailandia perdió el liderazgo como primer exportador mundial de arroz.

El Tribunal Constitucional acusó de abuso de poder y violar la Constitución a Yingluck y la forzó a dimitir en mayo de 2014, unos días antes de que el Ejército tomara el poder en un golpe de Estado incruento.

La Asamblea Nacional, escogida a dedo por los militares golpista, inhabilitó a Yingluck para cualquier actividad política durante cinco años el pasado enero, tras acusarla de negligencia en el programa de subsidios del arroz.

La ex primera ministra se convirtió en las elecciones de 2011 en la primera mujer en llegar a la jefatura del Gobierno de Tailandia, respaldada por el partido de su hermano Thaksin Shinawatra, quien gobernó el país desde 2001 hasta que le depusieron los militares en el golpe de 2006.

Thaksin vive autoexiliado en Dubái, donde elude una condena de dos años por abuso de poder que le impusieron en 2008.

Los miliares que gobiernan actualmente Tailandia han prometido celebrar elecciones para restablecer la democracia entre finales de año y principios del próximo.

Las plataformas políticas ligadas a Thaksin han ganado todos los comicios desde 2001 gracias al fuerte apoyo que reciben de la clase rural del norte de Tailandia, y a pesar de la oposición de gran parte de la clase media y las élites cercanas a la monarquía y el Ejército.