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La fortuna del clan Kirchner, en el punto de mira de los fondos buitre

Un patrimonio mayor al de Barack Obama

La Razón
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Los fondos buitre tienen mecanismos de cobro que parecen sacados de una película de espías. Utilizan matones, detectives, pagan sobornos a senadores, corrompen medios, y cuentan con un presupuesto millonario destinado a alimentar «lobbies» capaces de tumbar gobiernos. Una de sus principales armas de presión es perseguir activos derivados de la corrupción. Acosaron al presidente Denis Sassou-Nguesso en Congo –hasta que cobraron la deuda– y ahora apuntan a la presidenta Cristina Fernández, a su hijo Máximo Kirchner y a su socio Lázaro Báez. Según detalla una investigación publicada en «La Nación», durante los últimos años, el fondo Elliott Associates –controlante de NML– desplegó un equipo de 100 personas para avanzar sobre Argentina. Incluyó abogados, contadores, economistas, expertos financieros e investigadores. El núcleo duro de los investigadores lo conforman ex periodistas de investigación de algunos de los medios más prestigiosos de EE UU, al igual que ex oficiales de las Fuerzas de Seguridad con vínculos aceitados en agencias de Inteligencia, según detalla el diario. El plan de Elliott es avanzar sobre tres objetivos simultáneos: detectar activos que puedan ejecutarse para cobrar sus acreencias, presionar a la presidenta y también de manera personal, al avanzar sobre su hijo, su socio y ella misma.

En los mentideros porteños, se especula incluso sobre si habrían estado filtrando información a periodistas opositores como Jorge Ernesto Lanata, una de las bestias negras del Gobierno. El reportero desentramó el caso «Báez»: una red de corrupción mediante la cual el constructor lavaba el dinero del ex presidente Néstor Kichner, y por ende se especula que también, el de su mujer, Cristina Fernández. El proceso sigue abierto en los tribunales sin un fallo. La presidenta es una de las mandatarias más ricas del mundo y su fortuna –medida en dólares– es más grande que la declarada por el presidente Barack Obama. CFK mostró su última declaración jurada, unos 43,4 millones de pesos. Convertidos al dólar oficial del año pasado –periodo de la presentación–, sus bienes rozan los nueve millones en divisa norteamericana. No es de extrañar que tras entrar en suspensión de pagos, Kirchner dijera sonriente: «Con o sin default la vida sigue, Argentina sigue en pie».