Bruselas

La «guerra fría» entre la UE y Suiza

Bruselas suspende los programas de investigación y de educación como respuesta a los cupos migratorios

Varios vehículos atraviesan la frontera entre Francia y Suiza
Varios vehículos atraviesan la frontera entre Francia y Suizalarazon

Quien avisa no es traidor y la Unión Europea tan sólo cumple sus advertencias. La decisión de los ciudadanos suizos de limitar la entrada de inmigrantes europeos a su territorio comienza a tener su respuesta práctica.

Quien avisa no es traidor y la Unión Europea tan sólo cumple sus advertencias. La decisión de los ciudadanos suizos de limitar la entrada de inmigrantes europeos a su territorio comienza a tener su respuesta práctica. Después de que el Consejo Federal de Berna (Gobierno) comunicara el sábado a Croacia su decisión de suspender la extensión del actual acuerdo de libre circulación de personas con la UE, vigente desde 2002, a sus nacionales, Bruselas ha respondido con la misma moneda. Croacia ha sido así la primera víctima colateral del referéndum del 9 de febrero, en el que ganó con el 50,3% de los votos la «Iniciativa en contra de la inmigración en masa».

Tan sólo horas después, la Comisión Europea ha anunciado la suspensión de las negociaciones con la Confederación Helvética para su participación en los programas de ciencia Horizonte 2020 y de intercambio de estudiantes Erasmus Plus. «Vistas las circunstancias y en ausencia de señal política clara hasta ahora, las próximas negociaciones han sido suspendidas», explicó el portavoz de la Comisión, Joe Hennon. Se cumple así la advertencia de la vicepresidenta de la Comisión, Vivianne Reding, de que no se trocearía la libre circulación. «O lo toman todo o lo dejan todo», había advertido, al destacar que no se podían hacer «agujeros» a este principio básico de la UE, como si fuera un queso de Gruyère. Para Suiza el golpe es duro, pues aspiraba a prolongar para el periodo 2014-2020 su participación en ambos programas, en los que participan universidades, centros de investigación de élite y estudiantes. La medida no se aplicará este año, pero sí concernirá a los aspirantes para el próximo curso, si nada lo remedia.

En 2011, un total de 2.612 jóvenes suizos se beneficiaban de un Erasmus en las universidades de la Unión Europea, 70% de ellos en Francia, Alemania y España. En contrapartida, 2.673 europeos están inscritos en los centros de Suiza, país que tiene a gala el carácter internacional de sus centros.

El Gobierno suizo, que hizo campaña por el «no», intenta gestionar como puede la difícil situación. La consejera federal Simonetta Sommaruga dijo ayer estar dispuesta a intentar mantener las mejores relaciones posibles con la UE, sobre todo porque se avecinan graves problemas para las empresas y los bancos suizos si la UE mantiene su promesa de no negociar la libre circulación y también ésta se corta para los capitales. «Trabajamos en ello, pero la población ha tomado una decisión que nosotros debemos respetar y aplicar», manifestó.

Según un sondeo publicado el domingo por el diario suizo «Sonntags Blick», el 74% de los encuestados se pronuncia en contra de la denuncia de los acuerdos bilaterales con la UE, frente a un 19% que lo hacía a favor y un 7% que no tiene opinión.