Marsella

La Justicia francesa autoriza la entrega de Mehdi Nemmouche a Bélgica

La sala de acusación del Tribunal de Apelación de Versalles aprobó hoy el mandato de detención y entrega emitido por las autoridades belgas contra el principal sospechoso de la reciente matanza en el Museo Judío de Bruselas, Mehdi Nemmouche.

Nemmouche, franco-argelino de 29 años, fue detenido el pasado 30 de mayo en la localidad francesa de Marsella y está considerado el presunto autor del tiroteo del 24 de mayo en la capital belga, en el que murieron cuatro personas.

El pasado 12 de junio, en el examen de la euroorden, el joven afirmó que no se opondría a su eventual entrega a las autoridades belgas a condición de que Bélgica le garantizara que no iba a ser extraditado a un tercer país, en referencia a Israel, de donde eran dos de las víctimas.

La tercera víctima era una mujer francesa, mientras que la cuarta, que quedó herida de gravedad y murió una semana después del ataque, era belga.

El abogado del sospechoso, Apolin Pepiezep, dispone ahora de tres días en caso de que decida recurrir la sentencia alegando esa posible transferencia a un tercer país, tras lo cual el Tribunal Supremo se podría pronunciar en los siguientes 40 días.

Delincuente reincidente, Nemmouche estaba fichado desde hacía años por los servicios secretos franceses porque en sus sucesivas estancias en la cárcel se había constatado su radicalización religiosa.

De hecho, la última vez que salió de prisión, el 4 de diciembre de 2012, quien le fue a recoger al centro penitenciario de Tolón (sureste de Francia) fue un conocido responsable de una asociación integrista.

Sólo unos días después, en la Nochevieja de 2012, Nemmouche salió de Francia en dirección a Siria, donde se cree que estuvo enrolado durante más de un año en grupos yihadistas que combaten al régimen de Bachar el Asad, en concreto en el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).

Entre las pertenencias que portaba en el momento de su última detención, los agentes de aduanas hallaron un fusil kaláshnikov, un revólver, cuantiosa munición, una pequeña cámara de tipo GoPro y una gorra y ropa parecida a la que llevaba el responsable del atentado en Bruselas.

También se descubrió una cámara de fotos con un archivo de vídeo en el que, en 40 segundos de duración, su autor, al que solo se le escucha la voz, parecida a la del sospechoso, dice grabar ese filme porque la cámara que llevaba durante los hechos no funcionó.