La «lista negra del Kremlin»

Putin califica de «hostil» el informe publicado por Washington y advierte de que daña las relaciones bilaterales. En un tono de burla asegura que es «insultante» que no figure su nombre.

«Qué insultante», comentó en tono distendido el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sobre el hecho de que él no figure en la lista de 200 ciudadanos rusos que posiblemente serán sancionados por EE UU. Putin restó importancia a la propuesta del Departamento del Tesoro estadounidense y utilizó el popular refrán de «ladran, luego cabalgamos» para referirse a la situación. «Es un acto hostil que complica las relaciones ruso-estadounidenses», añadió, al tiempo que se reservó la opción de una respuesta proporcional. El mandatario hizo estas declaraciones durante una reunión con los delegados de su campaña electoral de cara a las presidenciales. «Algún día entenderán que no tiene sentido hacer listas, amenazar, asustar o intentar contener nuestro desarrollo», añadió.

Muchos de los 114 políticos incluidos en lista (a la que se suman 96 oligarcas) también restaron importancia a la propuesta del Tesoro estadounidense. El primer ministro, Dimitri Medvedev, añadió que «es absolutamente discriminatoria hacia nuestro país y por supuesto envenena las relaciones durante mucho tiempo». El viceprimer ministro ruso y encargado de la industria de defensa, Dimitri Rogozin, aseguró, no obstante, que las sanciones –que también se centran en el sector militar ruso– beneficiaban a Washington en el mercado frente a Rusia, pero tendrían un impacto económico negativo para la UE, con pérdidas estimadas en «miles de millones de dólares». Por su parte, Valentina Matvienko, presidenta del Consejo de la Federación (Senado), acusó a EE UU de «injerencia» en las próximas elecciones presidenciales. «La publicación de este listado en la víspera de las presidenciales es sin duda una gran injerencia en el proceso electoral, un intento de influir en el ánimo de las personas, desestabilizar la situación social y reducir el apoyo al presidente, que saben que es muy alto», aseguró. Por último, el alcalde de Moscú declaró que «medidas así no dividen, sino que unen. Llevan a resultados opuestos a los que buscan sus autores».

Aunque el desde Rusia intenten restar importancia a la ya conocida como «lista del Kremlin», lo cierto que sí existe inquietud entre los que están marcados con la letra escarlata por EE UU. Estos son los nombres más destacados que están en el punto de mira de la Administración Trump:

Dimitri Medvedev

Primer ministro de Rusia desde 2012 y presidente entre 2008 y 2012, ha sido la marioneta perfecta de Putin para mantenerse en la esfera del poder y sortear la limitación de mandatos. Medvedev ha sido acusado de corrupción en reiteradas ocasiones.

Roman Abramovic

Presidente del club de fútbol inglés Chelsea, Roman Abramovich, que amasó su gigantesca fortuna durante los turbulentos años noventa gracias a la industria del petróleo y el aluminio.

Alexei Miller e Igor Sechin

Presidentes de las compañías estatales energéticas Gazprom y Rosneft. Miller siempre ha sido uno de los principales escuderos de Putin. Desde Europa se le ha señalado como responsable de utilizar el suministro energético como arma geopolítica.

Aras Agalarov

Reputado promotor que fue el anfitrión de Trump y su certamen de Miss Universo en 2013 en Moscú. De hecho, él y su hijo aparecen en los correos del Rusiagate entre el hijo de Trump, Donald Trump Jr., y la abogada rusa Natalia Veselnitskaya.