La movilización popular logra que se retire el nombre de Evo Morales de un aeropuerto

La huelga general de esta semana en la ciudad boliviana de Oruro logró hoy que las autoridades regionales pro gubernamentales se comprometan a anular una ley que bautizó con el nombre del presidente Evo Morales el aeropuerto orureño y que originó más de un mes de movilizaciones.

La presidenta del Comité Cívico de Oruro, Sonia Saavedra, que encabezó las protestas, dijo hoy a Efe que el Legislativo regional, dominado por el partido de Morales, aceptó esta madrugada dejar sin efecto la ley de febrero que imponía el nombre de Morales y retiraba el de Juan Mendoza, un pionero y héroe de la aviación nacional.

Saavedra declaró que las conversaciones duraron toda la noche y terminaron de madrugada con lo que pone fin a un conflicto de 40 días que incluyó la huelga general de esta semana con bloqueos de carreteras y paros.

"Se ha repuesto la memoria histórica del departamento de Oruro y se devuelve al aeropuerto internacional el nombre de Juan Mendoza", declaró la dirigente cívica, quien destacó que la historia del aviador ha cobrado una mayor importancia para los orureños.

Juan Mendoza y Nernuldez, nacido en esa región, fue el pionero de la aviación boliviana, culminó el primer viaje aéreo entre La Paz y Buenos Aires y su contribución fue clave en la guerra del Chaco que enfrentó a Bolivia y Paraguay (1932-1935).

Las juntas vecinales, universitarios, comerciantes y varios sindicatos, encabezados por los mineros, protagonizaron el paro y los bloqueos de calles y carreteras durante los últimos días.

Otro punto del acuerdo señala que la Gobernación y el Legislativo regional consultarán al Constitucional si tienen competencia para dar nombre a las infraestructuras del departamento, y si ese fuera el caso se convocarán referendos populares sobre las propuestas.

Saavedra dijo que la negociación se hizo con la garantía y la mediación de la Defensoría del Pueblo, la Iglesia católica y la privada Asamblea Permanente de Derechos Humanos.

El conflicto enfrentó al movimiento vecinal y sindical de Oruro con los seguidores de Morales, que llegaron a denostar al aviador y defendieron la importancia de que la terminal lleve al nombre del mandatario, también nacido en tierras orureñas.

Durante el conflicto, Morales prefirió no pronunciarse de forma directa sobre el conflicto y dijo que debía ser solucionado por los sectores regionales y que él nunca pidió que ninguna obra lleve su nombre.