Ginebra

La ONU revela que el desarme en República Centroafricana dejó a los musulmanes indefensos

La ONU reveló hoy que el desarme que operaron las tropas francesas en la República Centroafricana, en un intento por frenar la violencia en este país, dejó en la indefensión a grupos musulmanes que luego fueron blanco de ataques de milicias antirrebeldes.

Entre las víctimas musulmanas estaban exrebeldes del grupo Seleka -protagonista el pasado marzo de una rebelión que llevó a la dimisión del entonces presidente-, así como civiles considerados afines a ellos.

Una misión de observadores del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, encargada de investigar los crímenes perpetrados durante la última escalada de violencia que estalló a inicios de diciembre, documentó casos de asesinatos de exrebeldes Seleka y sus familias perpetrados por turbas o miembros de la milicia anti-Balaka.

Ello en circunstancias en que los ex-Seleka habían sido recientemente apartados de sus armas, según un documento entregado a la prensa en Ginebra por la oficina del Alto Comisionado.

Sin embargo, los investigadores de la ONU también reconocen en su informe inicial que el acuartelamiento de los combatientes ex-Seleka impidió ataques a gran escala de éstos contra civiles cristianos y milicianos anti-Balaka.

La ONU autorizó la intervención de tropas francesas para proteger a la población civil en un conflicto interno que se agudizó en las últimas semanas del año pasado.

Ello debido a los graves enfrentamientos entre cristianos -confesión predominante en República Centroafricana- y musulmanes, grupo minoritario al que pertenecen los ex-Seleka.

Asimismo, la ONU dejó hoy claro que la salida del Gobierno interino de la República Centroafricana no ha calmado totalmente la violencia y señaló que sólo desde el viernes pasado se ha informado del asesinato de 40 personas en Bangui, la capital.

Asimismo, se registraron casos de secuestros, mutilaciones y saqueos generalizados durante el fin de semana.

En su informe, los observadores de derechos humanos dan cuenta también de ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual, desapariciones forzadas y ataques a espacios de culto y contra civiles por razón de su religión.

"La anarquía general y las gravísimas violaciones de los derechos humanos puestas de relieve en este informe preliminar confirman la necesidad de acciones urgentes y de que se asuman responsabilidades", declaró la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

La alta funcionaria presentará el próximo lunes más detalles de los hallazgos de la misión que envió a República Centroafricana, en una sesión especial que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas dedicará a la situación en este país.