La oposición siria recibe reconocimiento internacional

El reconocimiento por parte de más de 100 países de la flamante "Coalición Nacional Siria"como representante legítimo del pueblo sirio abre una pequeña ventana a la esperanza tras cerca de 20 meses de conflicto en el país árabe. Hasta ahora, la amalgama de grupos que reunían a la oposición a Damasco estaban demasiado divididos para ser tomados en serio por la comunidad internacional. El mes pasado en Doha se anunció la creación de un nuevo órgano opositor en el exilio que ha recibido el respaldo de países como Francia Gran Bretaña, Alemania España y Estados Unidos y ayer en Marrakech más países se unieron para apoyar a la nueva coalición opositora siria. En su esfuerzo de aparecer como una oposición unidad, los rebeldes también decidieron unificar los diferentes grupos armados que luchan contra las fuerzas de Bashar al Asad, bajo una misma comandancia del Ejército Libre de Siria. Entre estos grupos se encuentra el "Frente Al Nusra", formado por combatientes yihadistas, que desde el martes ha sido incluido en la lista de organizaciones terroristas por EEUU. Esta decisión fue uno de los puntos calientes en el encuentro internacional del grupo de "Amigos de Siria"en Marrakech. El recién designado líder de la Coalición Nacional Siria, Ahmed Moaz al Jatib, exoró a Washington a "reconsiderar"su postura, al considerar que el movimiento yihadista está ayudando a los rebeldes a luchar contra Asad.

La prioridad de la opositora coalición siria es recibir ayuda financiera para ayudar a las decenas de miles de refugiados que han huido de la violencia, así como las necesidades básicas de medicinas, fuel y comida para las poblaciones azotadas por la guerra.

Los rebeldes también necesitan armas para poder derrotar al régimen de Damasco, pero esta petición sigue estando pendiente. Washington no tiene intención de dar armas a los rebeldes, porque esto significaría que Moscú, aliado de Siria, haría lo mismo con Damasco.

En el encuentro también se trato el tema de las armas químicas del régimen, que ha alarmado a Occidente. En el documento final se advierte a Damasco de que la utilización de armas químicas provocaría una "réplica severa"de la comunidad internacional.

Mientras las potencias extranjeras se reunían en Marruecos, varias explosiones se sacudieron Damasco. El primer atentado se produjo cerca del Palacio de Justicia. Según fuentes oficiales se trató de un artefacto explosivo "colocado por terroristas"en el garaje del edificio gubernamental, que no causó un muerto. Asimismo, la agencia Sana informó de otra bomba en el suburbio damasceno de Yarmana, de mayoría cristiana y drusa, situado en el sureste de la capital. Por la tarde, otra explosión se registró en el Ministerio de Interior, sin causar victimas mortales. Fuentes de la oposición denunciaron que las explosiones fueron orquestadas por el Gobierno de Damasco, ya que ningún grupo rebelde hasta ahora se ha responsabilizado de los atentados.