Guerra en Ucrania
La paz puede esperar en Ucrania
Casi 20 muertos en el este del país tras la firma del acuerdo para acabar con el conflicto. Kiev anuncia la compra de 75 vehículos blindados
Casi 20 muertos en el este del país tras la firma del acuerdo para acabar con el conflicto. Kiev anuncia la compra de 75 vehículos blindados
El alto el fuego en el este de Ucrania, el primero de los 13 puntos del protocolo acordado el jueves en Minsk, tiene todos los visos de empezar con mal pie. Aunque entra oficialmente en vigor en la madrugada del sábado al domingo, a las 00:00 de la noche hora local no parece una señal esperanzadora que los combates en Donbás continúen al ritmo habitual en las horas previas. «La situación dista de ser tranquila, el enemigo sigue bombardeando nuestras posiciones con la misma intensidad de siempre. Hemos perdido a ocho militares y otros 34 han resultado heridos», informó ayer el portavoz militar del Ejército, Vladislav Selezniov, que cifró en 40 los ataques contra sus posiciones de la artillería separatista en las 24 horas previas. En su parte, el mando ucraniano relata que la situación sigue siendo «especialmente tensa» en la «caldera de Debaltsevo», donde sus tropas, prácticamente cercadas, luchan desesperadamente por el control de la única vía de suministros, una carretera que conecta con la zona ucraniana. Aunque el mando militar ucraniano niega que sus tropas estén sitiadas, los separatistas prorrusos aseguran que el cerco es completo y han recomendado a los soldados ucranianos que «depongan las armas y se vayan a casa», o de lo contrario serán liquidados. «Estamos dispuestos a organizar una salida del cerco de Debaltsevo. Lamentablemente, Kiev sacrifica a los soldados en aras de sus ambiciones», dijo Eduard Basurin, subjefe del Estado Mayor de la autoproclamada república popular de Donetsk.
Las milicias, por su parte, denunciaron hasta 42 ataques de artillería del Ejército, incluido un bombardeo por la noche sobre zonas urbanas de Lugansk capital, dejando tres civiles muertos y cinco heridos, según informó el ayuntamiento. Los combates han elevado la cautela, sino directamente el escepticismo, acerca del éxito de la última iniciativa diplomática. «Logramos acuerdos para que los acontecimientos en Donbás pasen de la etapa bélica a la política, pero no hay que hacerse ilusiones, queda mucho trabajo hasta conseguir la paz y aún podría vivirse una escalada. Nadie tiene la firme certeza de que las condiciones acordadas se cumplirán a rajatabla», advirtió ayer el presidente Poroshenko tras un encuentro con la presidenta del Parlamento estonio. Ucrania informó ayer de la adquisición de 75 vehículos blindados de fabricación británica para reforzar las posiciones en Donbás, 20 de los cuales ya han sido entregados y los otros 55 lo serán próximamente. «Brindarán un eficaz apoyo de fuego a la Guardia Nacional y otras unidades», explicó Alexander Turchinov, secretario nacional de seguridad. Su compañero de partido, el primer ministro Yatseniuk, se refirió al punto clave para el éxito a largo plazo del plan de paz. «La cuestión crucial radica en si podemos restablecer el control de la frontera ruso-ucraniana; cerrarla es una condición básica», dijo en una entrevista a CNN.
El nuevo protocolo establece que el control de la frontera, por la que cruzan armamento y combatientes procedentes de Rusia, sea transferido una vez se celebren elecciones municipales en los actuales territorios de las repúblicas autoproclamadas. Desde el pasado septiembre, Yatseniuk es el principal promotor del proyecto de construcción de un muro a lo largo de los 2.000 kilómetros de frontera con Rusia. Una estructura defensiva que incluiría, además del muro, torres de vigilancia, trincheras para soldados y una zona neutral con alambradas entre la frontera de los dos países. Otro punto de desencuentro entre las partes es la estipulada liberación de todos los prisioneros y amnistía para para los combatientes. Kiev alegó que no aplicará la amnistía a los culpables de delitos de lesa humanidad ni a los responsables del derribo del vuelo comercial MH17.
Por su parte, Moscú negó que el perdón incluyese a la piloto ucraniana Nadezhda Savchenko, procesada por la Justicia regular rusa acusada de participar en un bombardeo en Donbás en el que murieron dos periodistas de un canal de televisión ruso. El caso de la piloto, que lleva semanas en huelga de hambre en una cárcel de Moscú, ha cobrado gran popularidad en Kiev. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desmintió ayer las informaciones aparecidas el jueves acerca de un supuesto compromiso de Moscú para liberar a Savchenko al incluirla en la amnistía. «Corresponde a la Justicia el rusa determinar el grado de culpabilidad de Savchenko y actualmente se lleva a cabo una investigación», informó Peskov.
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