Alemania

Caza al terrorista sirio por toda Alemania

Alerta máxima: el Ministerio del Interior no descarta ataques como los de París y Bruselas

Policía en la estación de Berlín
Policía en la estación de Berlínlarazon

La Policía alemana sigue tras la búsqueda de Jaber Albakr, el sirio de 22 años que lleva desaparecido desde el sábado y sobre el que recae la sospecha de planear un atentado yihadista.

La Policía alemana sigue tras la búsqueda de Jaber Albakr, el sirio de 22 años que lleva desaparecido desde el sábado y sobre el que recae la sospecha de planear un atentado yihadista. Por ahora, no hay ninguna pista fiable sobre su paradero aunque los pocos indicios dejan claro que Alemania ya está en el punto de mira del terrorismo islámico. De hecho, y según informó ayer el periódico «Bild», que aludió a fuentes de la lucha antiterrorista, el sospechoso podría haber recibido entrenamiento del Estado Islámico (EI). Una posibilidad que toma fuerza ya que el material explosivo que se encontró en su domicilio es de un tipo que usa con frecuencia el EI, en atentados como los de París o Bruselas.

Aunque las autoridades alemanas todavía no han confirmado este vínculo, la Policía sí informó de que en su vivienda en Chemnitz (este de Alemania) se hallaron «varios centenares de gramos» de material «altamente explosivo», lo que obligó a sus artificieros a detonar los explosivos de forma controlada en un agujero excavado en un jardín frente a la casa, ante la imposibilidad de transportarlo a un lugar seguro. Asimismo, el semanario «Der Spiegel» informó ayer de que Albakr trató de cruzar la frontera alemana de forma ilegal en febrero de 2015, pero la Policía federal le interceptó en la localidad bávara de Rosenheim, donde registraron sus datos. Dos semanas después, con un pasaporte sirio, el sospechoso presentó una petición de asilo que finalmente fue aceptada a mediados de junio.

La Policía germana no tenía antecedentes de este joven sirio hasta que el viernes los servicios secretos dieron la voz de alarma porque consideraban que suponía un peligro inminente. De hecho, según «Der Spiegel», el refugiado se informó a través de internet de cómo construir una bomba y había comprado los componentes necesarios, lo que levantó las sospechas del servicio de inteligencia alemán y por tanto dio más fuerza a un posible vínculo islamista.

Tras la alarma desatada el sábado, las autoridades ordenaron elevar los controles de seguridad en todo el país. Una medida que afectó principalmente a los aeropuertos y estaciones de tren. La Policía cree que el presunto terrorista puede ser «peligroso» y desconoce si va armado. Dos de los tres detenidos el sábado por su vinculación con el sospechoso fueron dejados en libertad y ayer un nuevo sospechoso fue detenido por la Policía. Por su parte, el Ministerio de Interior admitió a través de un portavoz que Alemania sigue «en el punto de mira del terrorismo internacional» y que estos hechos sólo vienen a corroborar el riesgo potencial que sufre el país y admitió que «no puede descartar» que ataques como los «que también hemos visto en Francia y Bélgica» sucedan en su territorio. Unos mensajes que no hacen sino crear más alarma y alimentan el temor de una parte de la opinión pública germana frente a los demandantes de asilo.

Algo que en los últimos meses está dando más fuerza a la derecha populista: el movimiento Alternativa por Alemania cosechó varios triunfos electorales en estos últimos meses, aumentando la presión sobre la canciller Angela Merkel, cada vez más criticada por su política de acogida de los demandantes de asilo. Alemania tiene todavía hoy muy presente los dos ataques yihadistas en julio, ambos perpetrados por peticionarios de asilo, en los que murieron tan sólo los dos terroristas, pero en los que resultaron heridas una veintena de personas.