Política

Guerra en Siria

La represión se recrudece

La Razón
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- ¿Qué expectativas tienen de la Cumbre de Ginebra II?

–Más que una conferencia de paz es una oportunidad para el régimen de Asad. Está claro que no quiere la paz, pues si no hace ya tres años que habría escuchado a los revolucionarios. Asad va a intentar presentarse como «o yo o algo peor», haciendo hincapié en Al Qaeda y el yihadismo. Cabe recordar que él ha permitido y ha facilitado la entrada a los milicianos de Al Qaeda y que el régimen no los ataca, mientras que sí lo hace con las posiciones del Ejército Libre de Siria.

- Y de la comunidad internacional, ¿qué esperan?

–No vemos una intención de ayudar a que Siria sea un país próspero y democrático. Sólo ha habido apoyo dialéctico a los moderados, que son la mayoría.

- Usted estuvo en Alepo, ¿por qué es tan importante y cómo valora un posible alto el fuego? ¿Se han incrementado los bombardeos esta semana?

–Cualquier alto el fuego es bien recibido. Alepo es la ciudad más grande, si no se tiene en cuenta el área metropolitana de Damasco, y la capital económica. Ahora está dividida en dos: la mitad la ocupa la oposición armada y la otra el régimen. Antes de Ginebra se han intensificado los bombardeos allí para que el régimen pueda negociar algo más. La oposición está ahora mismo entre dos fuegos: el del régimen y el de Al Qaeda. Insisto, Al Qaeda no tiene nada qué ver con los opositores.

*Secretario de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio y presidente de la Plataforma Médica de Cooperación con Siria. Preguntas de Esther S. Sieteiglesias