Estados Unidos
La reunión secreta entre Clinton y Sanders en el Hotel Hilton
Ambos candidatos demócratas se citaron en Washington para abordar su estrategia de cara a la convención del próximo 25 de julio. Clinton trata de persuadir a Sanders para que abandone la carrera a cambio de ciertas concesiones en su programa y puestos clave en su equipo
Las elecciones primarias de EE UU han llegado a su fin. Cinco meses de adrenalina, incertidumbre y sorpresas a las que, ayer, el Partido Demócrata echó el cierre en el distrito de Columbia (Washington) y con la mirada puesta en las convenciones tanto republicana como demócrata que se celebrarán el 18 y el 25 de julio, respectivamente. En el bando conservador, Donald Trump (quien mañana hace un año que anunció su candidatura) ha conseguido más de los delegados necesarios (1.237) para alzarse con la nominación, mientras que los demócratas han dejado a Hillary Clinton con un total de 2.219, a sólo 164 de la cifra requerida para alcanzar la victoria. Ayer, la ex secretaria de Estado arrasó en el distrito de Columbia haciéndose con 16 de los 20 delegados en liza. Jugaba en casa y pocos prestaron atención a esta votación, ya que la mayoría de ciudadanos hispanos y negros así como la fuerza del “establishment” de Washington tenían una clara favorita. Es más, a pesar de que a Clinton le falten 164 delegados para llegar al mínimo exigido por la normativa demócrata, la ex primera dama cuenta con el respaldo ya anunciado de 581 superdelegados, lo que le darían la victoria segura. Eso sí, estos superdelegados, no tienen comprometido el voto y podrían cambiar de candidato durante la convención de julio.
Por este motivo, aunque Hillary ya se haya proclamado a sí misma como vencedora y el presidente Barack Obama le haya dado su bendición, le sigue preocupando la estrategia de su único rival: Bernie Sanders. “Gran parte de los seguidores de Sanders votarán por Clinton en caso de ser nominada, pero otra gran parte decidirán no ir a votar, lo cual jugará en su contra y en favor de los republicanos”, asegura a este diario T.J. Pempel, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de California. Por este motivo, la ex senadora solicitó un encuentro con el azote “izquierdista” de su partido tras conocer los resultados de Washington. Ambos se reunieron en el Hotel Hilton de la capital de EE UU, a pocos metros de la Casa Blanca, y a puerta cerrada sellaron un pacto de cara a los próximos meses. Durante 90 minutos ambos expusieron su plan para derrotar a Trump en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. “Ha sido un encuentro muy positivo entre ambos en donde se ha abordado la peligrosa amenaza que Trump supone para nuestra nación”, comentaron desde el equipo de campaña de Clinton. Según informaron personas cercanas a la ex secretaria de Estado, Hillary trasladó a Sanders su agradecimiento por el compromiso que ha mostrado a la hora de frenar al magnate y ambos demócratas compartieron su opinión en asuntos como el aumento de los salarios, la reducción de los costes de la Universidad y la eliminación del dinero oculto que se maneja en política. Poco más trascendió de este encuentro cara a cara por parte de los protagonistas, aunque sin duda supone un paso adelante del senador de Vermont en la tarea de allanar el camino a la ex primera dama.
“Hillary ha ido en todo momento a la cabeza, pero no ha conseguido aplacar a Sanders como sí ha hecho Trump con todos sus adversarios republicanos. De esta manera, el senador de Vermont ha aumentado su poder en estos meses y, a pesar de ir detrás de Clinton, llega fuerte a la convención y podrá obligarla a adoptar ciertas políticas y compromisos a cambio de su renuncia, así como la designación de gente de su confianza para importantes puestos en el gabinete de Hillary”, asegura a LA RAZÓN Paul Frymer, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Princeton.
Y es que la inesperada resistencia de Sanders ha descolocado sobremanera a Hillary. Ella contaba con una victoria rotunda que finalmente ha quedado eclipsada por el fuerte apoyo a su rival, un respaldo que proviene especialmente de la población joven, cansada de las mismas caras en la política y que han quedado hipnotizados por las propuestas en cierto modo populistas del septuagenario. “El gran interés sobre Sanders no recae en que finalmente pueda convertirse en candidato presidencial, sino en cómo su presencia ha obligado al partido a mover ciertos posicionamientos políticos”, afirma David Leonard, profesor emérito de la Universidad de California en Berkeley. Por este motivo, Clinton se ha visto condicionada a incluir en sus proclamas medidas más sociales que hasta ahora sólo defendía Sanders e, incluso, buscar su complicidad en vez de fomentar la polarización entre ambos. Y es que si la ex secretaria de Estado no consigue el favor de los votantes de Sanders lo tendrá muy complicado en noviembre y Trump podría sacar provecho de esta situación. Sin embargo, el senador de Vermont todavía no ha hecho pública su renuncia, eso sí, el próximo jueves se dirigirá a sus seguidores vía internet. ¿Anunciará su renuncia? ¿Consiguió Hillary en 90 minutos convencer al senador de dejarla vía libre?
✕
Accede a tu cuenta para comentar