Política

El Cairo

La situación en Egipto abre una brecha entre la Liga Árabe y Catar

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, canceló una visita que iba a efectuar hoy a Catar, molesto porque una delegación catarí insistió la víspera en que el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, fue derrocado por un golpe militar, el pasado día 3.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, canceló una visita que iba a efectuar hoy a Catar, molesto porque una delegación catarí insistió la víspera en que el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, fue derrocado por un golpe militar, el pasado día 3.

La forma de denominar lo ocurrido en Egipto ha sido el detonante de las divergencias entre la secretaría general de la Liga Árabe y Catar, que fue un gran valedor de Mursi durante el año que ha permanecido en la presidencia de su país.

Fuentes diplomáticas de la Liga Árabe explicaron a Efe que el problema surgió ayer, miércoles, en Ammán en la clausura de las reuniones del comité de seguimiento de la organización panárabe sobre el proceso de paz palestino-israelí.

Durante la cita, el jefe de la delegación catarí y ministro de Exteriores, Jaled bin Mohamed Al Atiya, dijo que lo que sucedió en Egipto el pasado 3 de julio fue un golpe militar, a lo que Al Arabi respondió que "un golpe es cuando el que lo efectúa toma el poder de manera repentina".

"Lo que sucedió en Egipto es que las Fuerzas Armadas apoyaron al pueblo, que es el dueño de la legitimidad", subrayó el secretario general de la Liga Árabe.

La discusión subió de tono y obligó a que las otras delegaciones árabes intervinieran en el debate hasta que concluyó la cita, revelaron las fuentes.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo por su parte en Ammán que es necesario más tiempo para juzgar el desarrollo de la situación en Egipto.

Estados Unidos aún no ha decidido si considera el derrocamiento de Mursi como un golpe de Estado, lo que le obligaría por ley a suspender la ayuda a Egipto, sobre todo militar, que asciende a 1.500 millones de dólares anuales.

El pasado 3 de julio, las Fuerzas Armadas egipcias depusieran a Mursi después de que el 30 de junio se celebraran protestas masivas que pedían la celebración de elecciones anticipadas.

Después, designaron como jefe del Estado interino a Adli Mansur, hasta entonces presidente del Tribunal Constitucional, quien encargó al economista Hazem el Beblaui formar un Gobierno transitorio.