La UE admite su impotencia para actuar en Mali

La crisis de Mali y la «Operación Cerval» de Francia ocuparon ayer los debates del pleno del Parlamento Europeo. La mayoría de los grupos políticos dio su respaldo a la actuación de París para frenar el avance de los islamistas, pero criticó la falta de rapidez y efectividad por parte de la Unión Europea para atajar el avance de los

rebeldes, pese a que la situación se conocía desde hace tiempo, debido a la vuelta de los tuareg que lucharon con el ex líder libio Muamar Gadafi. En su defensa, la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, recordó que los Veintisiete no tienen una «fuerza de defensa europea», por lo que valoró el gesto galo para responder a «una situación que la gente no había anticipado» como fue la ofensiva «repentina» de los grupos islamistas. A falta de respaldo militar ofensivo, Ashton ha convocado para mañana una reunión de los ministros de Exteriores para agilizar la misión europea de formación de agentes de seguridad en el país, que reunirá a unos 250 efectivos y que podría ponerse en marcha en febrero. El portavoz de los populares, José Ignacio Salafranca, valoró la «determinación y valentía» de Francia sobre el terreno y pidió más «solidaridad» por parte de la UE, puesto que la amenaza «es real e inminente», ya que la situación en Mali «se ha radicalizado».