Caracas

La última artimaña de Maduro

El chavismo tiene nuevas formas de perseguir a los opositores disfrazadas como «leyes anticorrupción»

Nicolás Maduro durante la inauguración de un funicular en Caracas
Nicolás Maduro durante la inauguración de un funicular en Caracaslarazon

La lucha contra la corrupción enciende los ánimos entre chavismo y oposición. Por un lado el Gobierno, tras una década, parece haberse dado cuenta de que la corrupción es uno de los grandes flagelos de Venezuela, mientras que desde la oposición consideran que todo es una artimaña para perseguirlos. Es verdad que el presidente, Nicolás Maduro, consciente del clamor popular, posicionó la lucha contra la corrupción como uno de sus principales buques insignia. Entre sus últimas maniobras el mandatario solicitó a la Asamblea Nacional (AN) poderes especiales para enfrentarse a la corrupción y llevar «al nivel de penas máximas, de acuerdo con la Constitución, todos los delitos vinculados, en todos sus niveles, en todas sus formas». Aunque no dio más detalles, en Venezuela no existe la cadena perpetua, por tanto la máxima condena posible sería de 30 años.

Sin embargo, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que aglutina a la oposición, considera que Maduro solicita «superpoderes» para emprender una «caza de brujas», como en su momento hizo el fallecido Hugo Chávez. El ambiente se está calentando en ambos lados. Esta semana el presidente venezolano acusaba a Henrique Capriles, gobernador de Miranda, de ser cómplice de una red de corrupción y de prostitución homosexual, cuyo líder sería el jefe de su despacho, Óscar López. El oficialismo enseñó un vídeo en la AN donde se veían fotos de López en una fiesta, vestido de mujer, rodeado de amigos y travestis, que supuestamente, eran prostitutas pagadas con dinero público. En la reunión también se habría consumido algún tipo de estupefaciente. Maduro vincula directamente a Capriles con los supuestos negocios ilegales de López, al considerar que, como gobernador de Miranda, tenía que saber lo que estaba pasando en los despachos de la sede del Ejecutivo estatal. «El gobernador de Miranda, una de dos: o no sabía –y es grave, gravísimo– qué hacía su jefe de Despacho; o lo sabe todo, y este señor (López) le sabe tantos secretos a todos que tienen que salir a taparlo. Esta es la opción que yo tomo», explicó. «El gobernador de Miranda o no sabía o lo sabía y está encubriendo que tenía al lado a una persona que pagaba casi dos millardos de bolívares –180.000 dólares– en fiestas con cheques personales ¿De dónde los sacaba?», insistió.

Por su parte, la oposición acusa al Gobierno de aludir a supuestos escándalos para desviar la atención de otros problemas urgentes del país, como la inseguridad ciudadana, el desabastecimiento de productos básicos y la inflación. Henrique Capriles calificó de «circo» las denuncias del Gobierno venezolano sobre la existencia de una trama corrupta en la coalición opositora, al tiempo que le retó a ir directamente a por él. «Un país que está en una bonanza petrolera y este grupito nos somete a un circo ¿Ustedes saben por qué este Gobierno nos somete a un circo? Porque el Gobierno va palo abajo, no tiene forma de sostenerse en el tiempo», dijo. Y ayer, Maduro retó a la oposición venezolana a que rebata «una por una» y en radio y televisión las denuncias de corrupción que pesan en su contra.

"Los reto a hacer un debate público sobre todas las denuncias que se han hecho, una por una y en cadena nacional para que este país sepa la verdad y dejen la manipulación de la verdad", manifestó en una sesión ministerial televisada desde el palacio presidencial de Miraflores, en la que se trataron diversos temas.